EDITORIAL. El que a dos amos sirve…

09 de noviembre. El tema de la entrega de apoyos a las personas que resultaron afectadas por el sismo del 19 de septiembre del año pasado ha causado varios dolores de cabeza al Ayuntamiento de Huajuapan, sobre todo al director de Protección Civil, José Antonio Ramírez García.

En la semana que está a punto de terminar, algunos regidores de oposición acudieron sin previo aviso a las instalaciones de la Central Camionera, donde encontraron colchonetas, cobertores, agua embotellada y kits de limpieza, entre otros productos. Ni tardos ni perezosos, ventilaron el tema en la sesión del Cabildo, argumentando que se trataba de apoyos destinados a los damnificados por el sismo del año pasado, y que supuestamente no habrían sido utilizados para tal fin.

Por su parte, Ramírez García negó que se tratara de apoyos destinados a los damnificados, y aseguró que el lugar donde fueron localizados los apoyos a los que los regidores hicieron referencia funciona como bodega de Protección Civil Estatal, y que dichos productos están destinados a atender a la población de los municipios de la región que sufran alguna afectación climatológica, y las aguas se utilizarían para hidratar a las personas que participen en el combate a los incendios forestales, cuya temporada se aproxima. Sin embargo, se negó a proporcionar información sobre la cantidad de artículos que se almacenan en ese lugar, argumentando que esa información se la tendrían que preguntar a Protección Civil estatal.

Hasta ahí todo parecería estar en orden, de no ser porque el representante de Protección Civil estatal es precisamente, José Antonio Ramírez García, quien ha sido cuestionado precisamente por desempeñar de manera simultánea los cargos de director municipal y coordinador regional de esa área, percibiendo ingresos económicos tanto del ayuntamiento de Huajuapan como del gobierno del estado de Oaxaca.

Más allá de si los artículos que los regidores encontraron en la bodega ubicada en la Central Camionera corresponden a apoyos no entregados a los damnificados por el sismo del año pasado, como aseguraron los regidores, o si pertenecen a Protección Civil Estatal y están destinados a los municipios de la región, como argumentó Ramírez García, lo que ha vuelto a ser tema es la duplicidad de los cargos que ostenta el mencionado funcionario.

Esta duplicidad probablemente le ha generado ingresos bastante redituables, pero por otro lado al parecer le está cobrando la factura, por el costo político que esto representa no sólo para él, sino para el Ayuntamiento de Huajuapan y para la Coordinación Estatal de Protección Civil de Oaxaca (CEPCO), así como por la opacidad con la que se ha conducido como servidor público. Ante la falta de información clara y oportuna, os malos entendidos, las especulaciones y los señalamientos se han vuelto el pan de cada día.

El director de Protección Civil ha dicho que la duplicidad de cargos no ha provocado que desatienda su función como responsable de la Dirección de Protección Civil del municipio de Huajuapan, ni que deje de prestar la debida atención a los municipios de la Mixteca, en su carácter de coordinador regional de la CEPCO.

Sin embargo, el cumplimiento cabal de la doble responsabilidad que recae sobre José Antonio Ramírez García ha estado a prueba en más de una ocasión. La más dura fue la atención a la emergencia derivada del sismo de 7.1 grados de magnitud que el 19 de septiembre del 2017 azotó a numerosos municipios del país, incluido Huajuapan de León y muchos más de la Mixteca.

El claro ejemplo de que la duplicidad de funciones no es una buena idea fue que Ramírez García se vio ante la disyuntiva de atender el municipio de Huajuapan, o el resto de los municipios de la región. Y lo cierto es que no pudo atender adecuadamente “ni a Chana ni a Juana”.

Más allá del salario doble que percibe, de si con su duplicidad de funciones está quitando un espacio a otra persona, de si hubo o no pago de favores, o amarres políticos, está claro que no es humanamente posible “andar en la procesión y estar repicando las campanas”, como reza el dicho popular.

Pero no para allí la cosa: con su duplicidad de cargos, José Antonio Ramírez García podría estar incurriendo en una violación a la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado y Municipios de Oaxaca, la cual en el párrafo XXI de su artículo 56 establece con claridad que los servidores públicos deberán “Abstenerse de desempeñar algún otro empleo, cargo o comisión oficial o particular que la Ley prohíba, así como aquellos que no sean compatibles”.

Y el mismo ordenamiento señala que “La compatibilidad se da en dos o más empleos que se presten en distintas instituciones públicas y se desempeñen efectivamente las funciones en turnos diferentes o en horarios y jornadas de labores fijadas para la prestación del servicio, que no interfieran entre sí y se cumplan los requisitos y perfiles del o los puestos a desempeñar”.

Es evidente que en el caso de Ramírez García no se puede argumentar que sus dos cargos son compatibles, pues no sólo hay interferencia en los horarios, sino también en los espacios físicos en los que debe desempeñarlos. Dicho en términos más claros, para atender una contingencia en otro municipio debe necesariamente abandonar sus funciones en Huajuapan.

Hoy es el caso de José Antonio Ramírez el que ha puesto el tema en la agenda, pero mañana pudiera ser cualquier otro servidor público el que pretenda beneficiarse ´por partida doble y cobrar un sueldo aquí, otro allá y otro acullá.

Pero quien tenga esa tentación, y quien tenga la tentación de permitírselo deberá pensarlo muy bien, pues al final del día ambos pueden tener que pagar un alto costo político, ya que la sabiduría popular dice, y con justa razón, que “quien a dos amos sirve, con uno queda mal”… aunque a veces queda mal con los dos.