19 de enero. Cada 21 de enero se celebra el Día Internacional del Abrazo, conmemorado desde 1986 por el estadunidense Kevin Zaborney, siendo este año diferente debido a causa de la pandemia por el COVID-19.
Hilario Canseco Guzmán, encargado del programa de Salud Mental de la Jurisdicción Sanitaria número 05 mencionó que los efectos de abrazar a otra persona produce en el cuerpo un aumento en el nivel de exotoxina, serotonina y dopamina, sustancias que el mismo cuerpo produce.
“En el momento que una persona tiene contacto físico con otra persona, se generan estas sustancias, lo que hacen en el individuo es un momento de bienestar y placer” dijo.
Canseco Guzmán indicó que el dar un abrazo genera en el individuo el aumento de autoestima, el cual puede reducir enfermedades como el estrés, donde se recomienda abrazar por un mínimo de 20 segundos.
Comentó que el no abrazar genera diferentes repercusiones debido a que el ser humanos por naturaleza es afectivo, donde inclusive el saludar de manos genera una reacción en el organismo.
Expresó que debido a la pandemia es imperante seguir los protocolos de sanidad por los Servicios de Salud y la Organización Mundial de la Salud (OMS) manteniendo la sana distancia, donde existen alternativas para expresar nuestros sentimientos.
“Orientando a la población en general ya que no podemos expresar nuestra comunicación corporal, por lo menos que fomentemos también la expresión del habla, en donde digamos cosas que hay en el corazón como el que los queremos y estimamos aunque no podamos expresarnos de manera corporal” dijo.
Canseco Guzmán mencionó que es importante que en este tiempo de confinamiento las familias platiquen más con cada uno de los miembros de la familia, reconocer los logros que realizan los hijos en la escuela, evitando enfermedades como la depresión y estrés.
-Brenda Villarreal