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EDITORIAL. Zona del mercado Zaragoza ¿tierra de nadie?

SRI-8

17 de julio. Los de la vialidad, la invasión de espacios en la vía pública y el ambulantaje son en Huajuapan algunos de los problemas no resueltos y que parecieran no tener esperanzas de solución; por el contrario, cada día que pasa aumentan y generan mayores perjuicios a los ciudadanos.

Y si estos son problemas de gran magnitud, son más notorios cuando todos ellos convergen en un solo espacio, como el mercado Zaragoza y sus calles aledañas, donde de manera cotidiana se padece esta problemática.

En ese centro de abasto, sin duda alguna el más importante de la ciudad por la actividad comercial que en él se registra durante varios días de la semana, confluyen, además de los mencionados anteriormente, el del hacinamiento de los sitios de taxis foráneos y ahora el de el desacato a las disposiciones de las autoridades sanitarias para evitar la propagación del virus causante del COVID-19.

Para nadie es un secreto que los filtros sanitarios instalados en los accesos del mencionado mercado resultan de muy poca, si no es que nula efectividad, porque la cantidad de personas que acuden a realizar sus compras, principalmente los sábados y domingos, hace materialmente imposible que se guarde la sana distancia en los pasillos del mercado, principalmente en el área de mayoreo. Aunado a esto, se ha vuelto práctica común que, una vez que han pasado los mencionados filtros, muchas personas se quitan el cubrebocas, además de que también son muchos los comerciantes que no lo utilizan.

Pero retomando el tema de la vialidad, parece que no existe un proyecto real para dar solución a la problemática que se vive diariamente en este aspecto, y que ésta seguirá siendo una asignatura pendiente porque las autoridades del ramo brillan por su ausencia. Los regidores y directores del ramo han permitido, y en algunos casos hasta fomentado, la anarquía que prevalece en esa zona, y que hoy se ha tornado incontrolable.

Es verdad que la mencionada problemática no es nueva, pero hasta hoy no ha habido una autoridad que se atreva a “ponerle el cascabel al gato” y trate de poner al menos un poco de orden.

El panorama que se observa diariamente en ese lugar es el de un carril del arroyo vehicular inutilizado de manera permanente porque los comerciantes cuyos puestos dan a la prolongación de la calle Tapia lo ocupan como bodega, tanto para almacenar mercancía como para amontonar cajas, huacales y otro tipo de objetos.

A esto se suma el que gran parte de los cajones ubicados en esa misma zona son utilizados como estacionamiento permanente de los comerciantes, lo que provoca que los clientes tengan que buscar espacios en las calles aledañas para estacionar sus vehículos.

Por si fuera poco, sobre la misma prolongación de la calle Tapia, varios taxis de diversos sitios han hecho base en doble fila, lo que provoca que la circulación vehicular se reduzca a un solo carril. Lo peor del caso es que los elementos de Vialidad Municipal que se encuentran de manera permanente en ese lugar “se hacen de la vista gorda”, pues ninguno de ellos se atreve a pedirles siquiera que muevan sus unidades, mucho menos a solicitar la presencia de Tránsito del Estado para que levante las infracciones correspondientes.

Ante esto, muchas personas que acuden a realizar sus compras siguen el ejemplo de los taxistas y también se estacionan en doble o triple fila, lo que provoca un cotidiano caos vehicular.

El temor de las autoridades del ramo a confrontarse con los comerciantes o con los taxistas ha provocado que esa zona se haya vuelto tierra de nadie, y que cada día la anarquía vaya ganado más y más terreno.

Lo grave del asunto es que si no se actúa de inmediato para poner orden, con el paso del tiempo resulta verdaderamente imposible tratar de remediar este tipo de situaciones, porque quienes ocupan de manera indebida e ilegal los espacios en la vía pública, se sienten con derechos para seguir haciéndolo de manera indefinida. Así ha ocurrido y sigue ocurriendo en muchas calles del centro de la ciudad, donde grupos de taxistas se posesionaron “por sus pistolas” de espacios que ahora consideran de su propiedad.

Esta situación no debe continuar. Es urgente que las autoridades de las áreas de Movilidad, Mercados, Salud, Seguridad Pública y Protección Civil asuman su responsabilidad y empiecen a poner orden en este tema, porque los comerciantes y consumidores que acuden a ese mercado se encuentran en una situación de riesgo permanente, principalmente los días de plaza.

Es urgente una intervención coordinada, poner manos a la obra para evitar que esta problemática siga creciendo, se desborde y salga totalmente del control de las autoridades.

En la zona del mercado Zaragoza confluye gran parte de la problemática de la ciudad, una problemática que reclama soluciones.

Es tiempo de que las áreas encargadas de atender esta problemática implementen acciones para resolverla, aunque sea de manera gradual, y no se limiten solamente a administrarla.

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