24 de abril. Con la pandemia del COVID-19, que ha alcanzado también a nuestro país, muchos sectores de la población se han visto afectados. Entre quienes más han resentido los efectos derivados de este aislamiento son el comercio y el sector turístico.
Durante la Semana Santa, que es una de las temporadas altas para los prestadores de servicios turísticos, las playas, centros de entretenimiento y un gran número de hoteles fueron cerrados en atención a las indicaciones y recomendaciones del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, para evitar que la concentración de personas en los centros turísticos del país favoreciera la propagación del virus causante del COVID-19.
La misma suerte han corrido los centros turísticos ubicados en la región Mixteca, incluyendo a los que ostentan la denominación de “Pueblos Mágicos”, entre ellos San Pedro y San Pablo Teposcolula, cuya principal actividad económica es precisamente el turismo.
Los hoteles, el servicio de transporte y las actividades relacionadas con los recorridos a los sitios de interés cultural han resentido con mayor fuerza esta situación, pues a diferencia de los restaurantes, no tienen la posibilidad de ofrecer sus servicios a domicilio.
Ante la situación que se vive en el país, las personas han suprimido salir de fin de semana o de vacaciones, no solo por temor a contagiarse, sino también porque la pérdida de empleo y la paralización de las actividades en diversas áreas de la economía nacional está golpeando duramente los bolsillos de las familias.
Esto ha agudizado la crisis que enfrentan los prestadores de servicios turísticos, muchos de los cuales han tenido que bajar sus cortinas, cerrar sus puertas y despedir personal.
Pedro Juan García Montes, presidente municipal de San Pedro y San Pablo Teposcolula, aseguró que ese municipio, que se sostiene principalmente del turismo, ha tenido una afectación grave; sin embargo, dijo estar consciente de que hoy más que nunca el país requiere de todas las medidas de prevención para salir adelante.
“Hoy tenemos cerrado el templo por indicaciones del INAH, el Portalito de Dolores, donde están los prestadores de servicio está cerrado, no tenemos turistas; incluso, un hotel principal que tenemos en Teposcolula tiene una nula ocupación: la situación es grave”.
Aunque lamentó el mal momento por el que atraviesan el país y su municipio, confió en que esta situación será pasajera, porque la pandemia no será eterna, y más temprano que tarde se levantará el aislamiento social y todos volverán a levantarse de esta situación, aunque esto llevará su tiempo.
“Yo no creo que de un momento a otro podamos hacer nuestra vida normal; tendremos que pasar ciertos filtros, y posiblemente las zonas turísticas sean las últimas en regresar a la normalidad, porque fue lo primero que cerraron; tendremos que esperar para ver qué va a suceder; pero también vamos a ver que aprendemos de esta contingencia”.
Refirió que antes de la pandemia, la ocupación hotelera que Teposcolula registraba en Semana Santa o en su fiesta patronal era de un 80 por ciento, aunque durante el resto de año se ubicaba en un 30 por ciento; sin embrago, debido a las medidas de aislamiento social implementadas por las autoridades con motivo de la pandemia, durante la Semana Mayor, no llegó ni al 30 por ciento.
El edil fue tajante al asegurar que la economía en ese municipio está en ceros, porque no hay ni un solo visitante.
“Teníamos mucha venta, en Teposcolula; en Semana Santa nos iba bastante bien; ahora estábamos pensando en las vacaciones de verano, pero esto se ha extendido y estamos inciertos en lo que pueda pasar en el país más adelante”.
García Montes fue realista al asegurar que cuando termine la contingencia y se levante la emergencia sanitaria, se requerirá del esfuerzo de todos los habitantes del municipio, de sus autoridades, pero también de la ayuda del gobierno federal a través de la Secretaría de Turismo.
“Tenemos que estar preparados para muchas cosas; los muchachos del Tecnológico también mueven mucho la economía porque se prestan servicios como la alimentación, la renta de cuartos y con esta contingencia todo está parado”.
Externó su confianza en que el uso de las tecnologías, principalmente de las redes sociales, jugará un papel muy importante en la recuperación económica del municipio, pues a través de ellas se podrá impulsar la promoción de la actividad turística, cuando todo vuelva a la normalidad.
Finalmente dijo que con el apoyo de todos los ciudadanos y de las autoridades, las comunidades podrán salir delante de lo que se ha convertido en un verdadero Viacrucis que ha golpeado de manera inmisericorde al comercio, a los prestadores de servicios y, sobre todo, al sector turístico de todo el país.
-Denise Luengas
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