13 de marzo. La música es una de las expresiones más hermosas del ser humano, ya que logra transmitir de manera inmediata diferentes sensaciones que otras expresiones artísticas quizás no pueden.
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Eliam Emmanuel Martínez Cuevas, un niño de apenas dos años y dos meses, originario de Santa María Xochixtlapilco, agencia municipal de Huajuapan de León, lo ha experimentado en carne propia. A pesar de su corta edad, su pasión por la música lo lleva a soñar en ser parte de una de las agrupaciones de la música regional mexicana más famosas en el país: la banda El Recodo.
– ¿Te gusta mucho tocar los instrumentos?
– Sí
– ¿Qué tocas?
– El platillo, flauta, todo.
Y es que, como reza el dicho, la música es un lenguaje universal que traspasa fronteras… pero también edades. De esto da cuenta el padre de Eliam, Emmanuel Alejandro Martínez Morales, quien estudió la licenciatura en Educación Física, pero lleva la música por dentro, pues asegura que su gran amor por este arte lo ha llevado a fomentar esta pasión a su primogénito.
El pequeño Eliam ha saltado a la fama en redes sociales, gracias al video que compartió un amigo de la familia y que fue retomado por el promotor musical sinaloense El Negro Oficial, a través de sus redes sociales.
“Soy El Negro Oficial. Les traigo un video que no tiene precio; son cosas hermosas y familiares. Les presento un video donde un niño de dos años está tocando junto a su papá la tambora. Él es Eliam Martínez, un saludos hasta Oaxaca”.
Este video llenó de emoción a Emmanuel Alejandro, pero también provocó un reclamo del pequeño.
“Cuando un amigo me etiqueta el video estaba en mi casa con mi hijo; mi esposa se encontraba en el hospital porque acababa de nacer mi segundo hijo, entonces no tenía con quien compartir esa emoción; le enseñé el video a Eliam, y cuando el personaje dice ‘Es un pequeño de dos años y se llama Eliam Martínez’, él reclamó diciendo ‘Soy Eliam Martínez Cuevas’. Yo sentí muy bonito al ver el video, y quería compartirlo; por eso lo envíe a mi hermano y a algunos familiares para que lo vieran”.
Pero, ¿cómo surgió este gusto de Eliam por la música? Su padre refiere que desde que tenía seis meses le cantaba canciones infantiles, y desde ese momento el niño mostró su gusto por la música.
“Una ocasión me quedé sorprendido porque estaba tarareando una canción que le canté; me sorprendió porque uno piensa que los bebés solo duermen y comen”, dijo.
Emmanuel dice que para Eliam la música no solo es un gusto, pues ha desarrollado un buen oído para escuchar los sonidos, las melodías y los ritmos, pero lo más importante es que a través de ellas se han fortalecidos los lazos de amor entre ambos.
Como prueba de amor a su pequeño, su pasión por este arte lo llevó a construir con sus propias manos los instrumentos, como la tambora, los timbales, la tarola y los platillos de aire, los cuales armó con latas de leche, botes de manteca, estambres y tapaderas de ollas, entre otros objetos propios del hogar, para hacer realidad este sueño.
“Mi hijo es el amor de mi vida. Lo amo con todo mi corazón, me inspira para todo. Cuando empecé a armar la tambora, que por cierto me costó un poco elaborarla, pensé que debía hacerla porque es algo que le gusta; anteriormente tocaba en un bote. Quiero que él tenga un recuerdo de su papá, quiero fortalecer esos lazos y tal vez la música sea la que nos una más; amo a mi hijo con todo mi corazón y deseo que en un futuro siga con la música”.
Con gran orgullo Emmanuel resaltó el talento de su pequeño, al referir que desde los seis meses de edad Eliam parecía tararear canciones de cuna, y tal es su gusto por la música que cuando tenía un año empezó a tocar el tambor que su padre le hizo con una lata de leche y unos palitos de madera.
“Desde muy pequeño yo le tarareaba canciones infantiles y me sorprendió porque el empezó a tararear y yo me sorprendí mucho… Al año le ponía una canción y le iba dando instrucciones de qué iba a hacer. Ya le ponía la canción, le tomaba sus manitas con las baquetas y le decía qué tenía que hacer, y él lo repetía”, dijo.
Sin poder ocultar su orgullo, Emmanuel describió el video que fue compartido por primera vez en redes sociales por su compañero músico, relatando que ese evento fue en un novenario al Señor del Amparo que se festeja en Santa María Xochixtlapilco, en el marco del Segundo Viernes de Cuaresma.
“En un descanso breve que tuvimos con la banda, fui por mi familia que estaba en casa para que me acompañaran a la tocada; entonces cuando llegué a mi casa le pregunté a Eliam si quería que me llevara su tambora para tocar con la banda, y me dijo que sí. La pusimos junto a la banda. La canción que aparece el video nunca la había escuchado, pero creo que siente la música”, dijo.
Emmanuel, quien hace aproximadamente 10 años formó parte de la Banda Municipal “José López Alavés” en Huajuapan, así como de otras agrupaciones, entre ellas La Reina de Huajuapan, Stilo Show, Show Premier y La Nueva Alcalá, esta última de Santa María Xochixtlapilco, dijo sentirse orgulloso de su hijo, a pesar de su corta edad, y estos sentimientos los muestra a flor de piel.
“A mí me da mucha alegría y me da sentimiento cuando veo tocar a mi hijo, y me imagino que si se dedicara a la música me daría mucha alegría que formara parte de una agrupación. Los papás motivamos a los hijos él me ve y piensa que soy músico, y no sabe que soy maestro de Educación Física; cuando le digo que me voy a trabajar, él piensa que me voy a tocar”, dijo.
Emmanuel y Eliam comparten el amor por la música, la cual los ha llevado a estrechar los lazos que solo existen entre un padre y un hijo.
Todas las tardes, Eliam y su padre Emanuel juegan a tocar en una banda. Solo con el paso del tiempo el pequeño de dos años de edad podrá descubrir si la música es verdaderamente su pasión, pero por el momento ha posibilitado que padre e hijo se sientan como un solo ser.
“Dentro de la música podemos encontrar sentimientos; la música te ayuda cognitivamente, te ayuda a que te expreses más fácilmente; tocar música y alejarte de malos pensamientos”.
Soñar no cuesta nada, y así lo ha demostrado, y seguramente lo seguirá demostrando el pequeño Eliam, con el apoyo y la enseñanza de su padre.
En efecto, la música es un lenguaje universal que realmente traspasa fronteras y une corazones, y que solo quienes la viven y la sienten pueden describir a la perfección este arte que se lleva en la sangre, como lo hacen el pequeño Eliam y su padre Emmanuel.
-Denise Luengas
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