30 de enero. La tradición mexicana arraigada en las familias, principalmente en las que profesan la religión católica, ha generado todo un ritual que consiste en que cada año, el 2 de febrero, Día de la Candelaria, quienes el 6 de enero tuvieron la suerte de “sacar” en la rosca de reyes el “Niño Dios” o “muñequito” no se deben hacer rosca, e invitar los tamales.
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Si bien para la Iglesia Católica esta es una tradición que poco a poco se ha convertido en una costumbre, el 2 de febrero es una fecha en la que los tamales no pueden faltar en la mesa de los hogares y centro de trabajo de los mexicanos.
El presidente de la Comisión de Comunicación Social de la Diócesis de Huajuapan, Alejandro Rojas Rojas, expresó que la Iglesia Católica aprueba las prácticas enfocadas al fortalecimiento de la unidad con respeto, así como el rescate de los valores entre la sociedad.
Indicó que, tras el nacimiento del niño Jesús el 24 de diciembre, fecha especial para la Iglesia Católica, continúan las celebraciones en torno al nacimiento de Jesús.
“El día 6 de enero celebramos una fiesta que litúrgicamente se llama de la Epifanía de Nuestro Señor Jesucristo, es decir, la manifestación de Cristo como salvador de todo el mundo, no sólo de un pueblo o una nación, sino de todo el mundo, la presencia de los magos del Oriente de los que habla La Biblia, pues eso significa que Cristo vino a salvar a todos los hombres de todos los pueblos; eso celebramos el día 6 de enero”, indicó.
Rojas Rojas manifestó que, posterior a la celebración del 6 de enero, la Iglesia Católica continúa con la festividad de la presentación de Jesucristo cuando era niño en el templo.
“Era una tradición ya de los Judíos que un matrimonio, una familia, al hijo primogénito lo llevaban a presentar al templo; entonces, como los padres de Jesús, San José y la Virgen María, como buenos judíos y muy religiosos, siguieron esa tradición de llevar a su hijo a presentarlo al templo, y ahora la Iglesia sigue celebrando esa fiesta, la presentación de Jesús en el templo”, explicó.
El sacerdote manifestó que la Iglesia Católica realiza esas festividades en honor a Jesús. La celebración religiosa de dichas fechas es para conocer más a Jesús; sin embargo, la tradición arraigada en particular en México, con la partida de la Rosca de Reyes y el Día de la Candelaria, es un complemento para conocer más el nacimiento de Jesús.
“Ya lo de la Rosca de Reyes pues es la manera como las personas, tratando de entender el sentido de esa festividad, han creado, porque no es la Iglesia que la que creó lo de la Rosca de Reyes; a lo mejor personas particulares que de alguna manera quisieron plasmar en la rosca lo que sucedió con el niño, porque se dice que el niñito que sale ahí en la rosca, significa que Jesús, cuando Herodes lo quiso matar, fue llevado por sus papás a Egipto, lo fueron a esconder para que no lo mataran; entonces eso significa el niñito que significa la rosca, pero en sí la rosca tiene todo un significado; pero digamos que ya son maneras de expresar lo del verdadero significado de la fiesta, y el 2 de febrero la Iglesia celebra la presentación de Jesús en el templo; la cuestión de los tamales es una tradición”, dijo.
El presbítero señaló que, sin duda alguna, la convivencia y las tradiciones de los tamales son fortalecidas con las celebraciones religiosas, ya que estas deben seguir fomentando la unidad entre los feligreses y la sociedad, con el único objetivo de tener cada vez más una sociedad con valores.
Pero sin duda alguna, y fiel a las tradiciones mexicanas, si a usted le salió el muñequito en la rosca de 6 de enero, no se hará rosca y pagará los tamales este 2 de febrero para seguir fomentando la unidad y fortaleza de la familia y de los amigos, en torno de la celebración de la festividad del Día de la Candelaria.
-Gerardo Cruz
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