Pablo David Crespo de la Concha
Síndico municipal de Huajuapan
“Ya vine por ti, Pablito
-le dijo la calavera-
hoy te tengo un regalito:
una tumba ya te espera”.
Y Pablo Crespo murió
sin darse cuenta siquiera
pero al menos no sufrió,
ya se acabó su quimera.
Sus proyectos se acabaron,
no serán ya realidad,
pues sólo en sueños quedaron
por toda la eternidad.
“Pablito, no te me estreses,
pues aunque la suerte es dura
te daré lo que mereces:
tu ansiada candidatura”.