José Luis Ramírez Alverdín
Presidente municipal de Santiago Huajolotitlán
Se lo llevó la huesuda
en un acto de piedad,
don José Luis ya no suda,
vivirá una eternidad.
Vivirá, ¡pero en la fosa!,
pues se lo llevó la muerte
y su síndica ya goza
¡eso sí fue buena suerte!
“Se acaban tus sufrimientos:
-le susurró la calaca-
en tan sólo unos momentos
nos vamos sin alharaca”.
“No me rajo, pero ¡espera!:
sólo espero muy despacio
que me haga una calavera
mi amigazo don Horacio”