EDITORIAL. No dan paso sin huarache

21 de junio. Un refrán muy conocido reza: “Si quieres a alguien conocer, dale poder…”. Esto aplica perfectamente a diversas organizaciones autodenominadas “sociales” con presencia en Huajuapan, a las que les han dado tanto poder que el costo de sus desmanes no sólo lo han tenido que pagar los ciudadanos, sino hasta sus creadores y patrocinadores.

Las protestas y movilizaciones de estos grupos se han convertido en una verdadera plaga. Sus manifestaciones, bloqueos de calles y carreteras, tomas de edificios públicos y establecimientos comerciales se repiten una y otra vez, afectando a los ciudadanos; y todo esto para exigir de las autoridades un beneficio particular o el cumplimiento de algún capricho.

En todos los casos, los únicos “ganones”, los que obtienen los beneficios y privilegios son los líderes de las organizaciones, porque sus agremiados, los que participan en estas movilizaciones por temor a que sus dirigentes cumplan sus amenazas, por engaños o simplemente por necesidad, no son sino la “carne de cañón”, los instrumentos de unos cuantos malandrines que los utilizan para sus fines muy particulares.

Para no variar, el pasado fin de semana integrantes de la sección 478 del sindicato de músicos, así como del sindicato de sonideros, taxistas del Consejo del Transporte de Huajuapan (CTH) y algunas otras personas afines a estos grupos bloquearon el centro de Huajuapan para exigir al ayuntamiento espacios en la Expo Feria Huajuapan 2019.

Las exigencias no pararon allí: estos señores exigían que el secretario de Gobierno y administrador de la Expo Feria, Rubén Gordillo Barragán, quedara fuera de la organización de la misma, porque según ellos fue impuesto al frente de la organización de la misma, además de que no tiene un trato adecuado con los sensibles integrantes de las organizaciones y, por si fuera poco, no es originario de Huajuapan, sino de San Marcos Arteaga. ¿Perdón?

Entre otras barbaridades, el secretario técnico del CTH, José Luis Oropeza Hernández, advirtió a las autoridades municipales que por ningún motivo se les ocurriera cambiar de sede la Feria de Huajuapan, que actualmente se realiza en la colonia Aviación, a pesar de que en ningún momento se ha planteado esa posibilidad.

El combo de peticiones continuó, pues los manifestantes pidieron también que el equipo de audio que se utilizará en los diversos eventos de la Expo Feria se rente a los integrantes de esa organización, aludiendo a un supuesto contrato colectivo.

Y ya aprovechando el viaje, estas “honorables” organizaciones exigieron que el ayuntamiento resuelva la impugnación relativa a la elección del comité de la colonia Aviación. Y es que está visto que no pueden ver burro porque luego luego se les antoja el viaje.

Vamos por partes: en primer lugar, casi todos los cabecillas de las organizaciones, incluidas las que dirige José Luis Oropeza no son originarios de Huajuapan, lo que no es un pecado; pero lo que sí es cuestionable es que lejos de contribuir al progreso de la ciudad que les brindó su hospitalidad, se hayan convertido en un cáncer que ha alterado la paz y tranquilidad de sus verdaderos ciudadanos.

Por otra parte, ¿por qué está tan interesado Oropeza que ni ésta ni las subsecuentes administraciones cambien de sede la Feria? Pues muy fácil: porque si lo hicieran, ellos dejarían de hacer su agosto en pleno julio y se terminaría su minita de oro.

Y es que este señor no tiene un pelo de tonto, porque hay que recordar que a estas organizaciones no les preocupan la economía y el bienestar de los vecinos de la colonia Aviación, pues lo que buscan es cuidar sus propios intereses.

Pero mientras Oropeza y sus huestes exigen que no se cambie la sede de la feria, en distintos momentos muchos vecinos de la colonia Aviación y de otras colonias cercanas han pedido a las autoridades en turno que la feria se realice en un lugar fuera de la zona urbana, porque para ellos representa molestias, inseguridad, proliferación de personas alcoholizadas, pleitos, incremento de accidentes, “cristalazos” y robos de vehículos.

El caso del eterno secretario general del Sindicato de Músicos, Martín González, es peculiar, pues a decir de integrantes de ese gremio, no representan a todas las agrupaciones locales, además de que sólo quiere llevar agua a su molino, ya que el ayuntamiento le paga por la presentación de todos los grupos locales en la feria, pero él les da una bicoca a algunos, y otros ni si quiera se enteran del recurso otorgado por la autoridad.

En el caso de la elección del comité de la colonia Aviación, José Luis Oropeza y su gente ya encontraron la manera de sacar beneficios y dinero a las administraciones municipales. Hay que recordar que muchos vecinos de esa colonia han expresado su repudio a las acciones de este personaje, quien se ha empeñado en encabezar el comité, por su ambición desmedida. No hay que olvidar que hace cinco años, Oropeza Hernández fracasó en su intento de controlar el comité de la colonia Antonio de León a través de su padre.

Ante los chantajes de estos grupos, la presidenta municipal ha advertido a estos grupos que “si creen que chantajeando a la administración o haciendo bloqueos van a conseguir (sus propósitos), están muy equivocados”.

Ahí queda la advertencia. Ojalá no ocurra como en otros casos, que al final de cuentas las autoridades terminen dando marcha atrás y cediendo a las exigencias de los líderes de este tipo de grupos que, está más que visto, no dan paso sin huarache, pues ante todo y sobre todo, sólo buscan su propio beneficio.