Sistema Radiofónico Informativo

EDITORIAL. ¡Dios nos agarre confesados!

SRI-8

14 de diciembre. A sólo dos semanas de que asumió el cargo de presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador cumplió su promesa de campaña, al presentar una iniciativa para cancelar la reforma educativa aprobada en el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto.

Éste fue un reclamo de la sección 22, entre otros sectores del magisterio, pero existen muchas otras voces, entre ellas las de los padres de familia, quienes exigen que se termine con los privilegios que hasta hoy han tenido los maestros en Oaxaca, y que éstos se comprometan realmente a cumplir con su responsabilidad y a mejorar la calidad de la educación en beneficio de la niñez oaxaqueña.

La acción impulsada por el primer mandatario de la Nación ya causó revuelo en las cámaras de Diputados y Senadores, donde las bancadas de los partidos de oposición ya fijaron su postura en el sentido de no hacer el caldo gordo al mandatario federal; en cambio, los legisladores afines al presidente están dispuestos a sacar adelante la iniciativa, y la defenderán a capa y espada, aprovechando que casi tienen el control absoluto en ambas cámaras, para cumplir la amenaza de que “de la reforma educativa no quedará ni una coma”.

El ring ya está listo, y los diputados ya alistan sus guantes; sin embargo la sociedad, y en particular los padres de familia del estado de Oaxaca estarán como el chinito, “nomás milando”. Estos últimos, en su mayoría, han sido amenazados, engañados o simple y sencillamente los maestros de sus hijos les han dado atole con el dedo, al asegurarles que la reforma educativa afecta la educación; pero la realidad es que lo que dicha reforma afecta son los intereses de los maestros, quienes se niegan a perder los privilegios y canonjías que han tenido desde hace décadas, y se resisten a ser evaluados para mejorar, y a profesionalizarse para ser más competitivos.

Los padres de familia, como siempre, están en la lona, en espera de conocer el resultado final de lo que decidirán “los políticos de arriba”, esos que dicen defender al pueblo, pero que a la hora de la toma de decisiones hacen lo que se les antoja o, mejor dicho, lo que conviene a sus intereses, sin pensar en los ciudadanos a quienes supuestamente representan y defienden.

La reforma educativa, y en particular la evaluación a los docentes, es calificada por los maestros de Oaxaca como “punitiva”, pero lo cierto es que vino a poner orden en muchos aspectos en el sector educativo de la entidad, al liberar del yugo a miles de maestros que eran obligados a marchar, protestar y movilizarse sin saber por qué, obedeciendo únicamente las instrucciones de sus líderes.

Recordemos que en Oaxaca el foro educativo propuesto en su momento por el gobierno federal electo nunca se realizó, por decisión del magisterio de la entidad. Esperemos que esta vez la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador la cual, según la Secretaría de Educación Pública (SEP) fue elaborada con base en los resultados de los foros, traiga un beneficio real a favor de la educación, y termine con los privilegios de los maestros.

Hay que reconocer que algunas de las demandas que el movimiento magisterial ha planteado desde hace varios años son justas, pero no se debe perder de vista que los maestros también son servidores públicos, y como tales tienen (o deben tener) un compromiso con los niños y jóvenes de la entidad.

De nada servirá que se incremente el presupuesto destinado a la educación en la entidad y en el país, si finalmente los incrementos son absorbidos por la nómina, en la que por cierto persiste la presunción de que existe un buen número de “aviadores”, pues este tema no ha sido aclarado.

Sería lamentable que el presupuesto educativo no tenga como destino final la generación del desarrollo y el mejoramiento de la calidad de la educación, sino que se utilice para pagar favores políticos y mantener el control de ese gremio.

El tema de la lucha por mayores recursos para la educación ha sido bandera de maestros y políticos, quienes sólo han buscado beneficios personales o de grupo, dejando de lado el desarrollo de la entidad y, en particular, de la región Mixteca. La realidad es que las escuelas siguen en el abandono a pesar de los supuestos logros que año con año anuncian los maestros como resultado de sus pliegos petitorios; la realidad es que se ha lucrado una y otra vez con la bandera de la educación.

Esperamos estar equivocados y que la cancelación de la reforma educativa realmente se traduzca en beneficios para la educación de los niños y jóvenes del país, sobre todo de Oaxaca y de la Mixteca, pues es urgente acabar con el rezago y la marginación en que las comunidades se encuentran en éste y otros aspectos.

De nada servirá contar con más recursos para la educación, si éstos no traen como resultado el mejoramiento en la calidad de la misma, y sólo se traducen en privilegios para u n pequeño grupo de líderes sindicales que han encontrado en este sector su mina de oro.

Con la iniciativa enviada al Congreso para cancelar la reforma educativa, el presidente López obrador le ha cumplido a los maestros; la pregunta es: ¿Cuándo le cumplirá a los padres de familia y a los niños y jóvenes del país, que reclaman la educación de calidad a la que tienen derecho?

Esta iniciativa, que causó gran revuelo, se presentó en el marco de los festejos en honor de la Virgen de Guadalupe; ojalá el resultado final de la misma sea en beneficio de la educación, y no nos lleve a exclamar “Dios nos agarre confesados”.

error: ¡Contenido Protegido!