15 de noviembre. El dramatismo, la algarabía, la elegancia, las máscaras y cabelleras, los técnicos y los rudos, son algunos elementos de la Lucha Libre Mexicana, la cual es Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México, y se ha convertido en un atractivo que disfrutan propios y extraños, desde los niños hasta los abuelitos.
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Sin importar edad o sexo, la Lucha Libre es la pasión de muchas personas, quienes a través de llaves, vuelos y golpes realizan sus sueños y conquistan al público.
En el caso de Huajuapan, la Lucha Libre vuelve a tomar auge debido al interés de luchadores y personas enfocadas a impulsar ese deporte.
Para el promotor Adrián Carrasco Chávez, la Lucha Libre es una disciplina que ha generado cambios positivos en su persona.
Las limitaciones que ha tenido que enfrentar no le han impedido impulsar la Lucha Libre en Huajuapan, pues ha contado con el respaldo de algunas personas que se han sumado al proyecto de la Unión Regional de Lucha Libre “Huajuapan”.
“Que se acerquen a la lucha libre, ayuda mucho esta disciplina; me ha ayudado a mí en el aspecto de salud. El camino fácil es el alcohol, las drogas, el pandillerismo, no sé, algunos otros temas, pero el deporte te ayuda mucho, sobre todo una disciplina que tiene que llevar un orden, una alta concentración para hacer las diferentes dinámicas”, dijo.
Carrasco Chávez, señala que la falta de apoyo no ha sido un freno para impulsar la Lucha Libre y descubrir talentos en Huajuapan.
Pero Adrián no se limita sólo a la promoción de este deporte, ya que también es un referí profesional, y como tal, al final de cada lucha se convierte en el héroe o el villano para los aficionados.
“El personaje en sí te cambia: Adrián deja de existir cuando se sube al ring, y arriba del ring, se convierte en Cirujano, que es el nombre oficial de réferi, por lo tanto ya es diferente; la adrenalina, la concentración, estar atentos a los diferentes luchadores que están arriba de un ring”, mencionó.
Dijo que los luchadores se forjan en cada actuación, en el cuadrilátero, al momento de es tar frente al público, para tener un éxito o una derrota.
Pero la magia va más allá del ring, ya que para muchos luchadores, portar una máscara es un sueño alcanzado; tal es el caso del “Príncipe Acord” quien nunca imaginó estar tras una máscara.
“Mi mascara, Príncipe Acord, es por los acordes de la música. Yo desde pequeño tuve el sueño de ser músico; varios de mis tíos son músicos; yo tengo ese sueño de ser músico; lo pude ser pero conocí la lucha libre, entonces conjugué la lucha libre con ese sueño que tenía desde pequeño, y entonces se refleja en mi mascara. La parte de enfrente tiene un pentagrama con la clave R, a los lados tiene corchetes que significan la música para mí, desde pequeño hasta que conocí la lucha libre”, explicó.
Para el “Príncipe Acord” la Lucha Libre no es una actuación, sino un deporte completo, donde los golpes son de verdad, y los vuelos y llaves son producto del entrenamiento de cada día en el cuadrilátero; sin embargo, estar preparados físicamente no los exime de una lesión.
“Dentro de un cuadrilátero para mí esa energía se vuelve adrenalina, una adrenalina que estando arriba no importa nada más que darle un buen espectáculo a la gente y demostrar que mis horas que paso entrenando son para dar un buen espectáculo y no para echarlas a perder”, comentó.
Otros luchadores son producto de las “dinastías”; niños cuyos héroes fueron sus papás o tíos luchadores, quienes les heredaron el gusto por ese deporte. Tal es el caso de “Enterprise Espacial”, una de las figuras de la Lucha Libre en Huajuapan, quien ha representado a este municipio en otras partes del estado y el país.
“Enterprise Espacial” comenta que sus inicios en la lucha libre fueron a la edad de los siete años y actualmente tienen más de 20 de trayectoria, la cual ha forjado gracias al esfuerzo, dedicación y sacrificio por estar en el pancracio.
Dijo que su ilusión de niño era ser astronauta, sueño que no deja, ya que considera que con base en el esfuerzo y el sacrificio los objetivos se cumplen; por ello su mascará tiene un gran significado.
“Mi mascara en la parte de enfrente tiene un trasbordador espacial que es el Enterprise. Mi personaje se adapta de la familia espacial en el estado de Oaxaca, donde hay familia luchística; en la parte posterior de la máscara tengo dos banderas; el trasbordador originalmente tiene dos banderas de Estados Unidos, pero yo soy mexicano y por eso tiene una de México”, comentó.
“Enterprise Espacial” comentó que la Lucha Libre es un atractivo principalmente para los niños, por eso su trabajo lo dedica a su público, y su satisfacción es cuando los niños le piden fotos o autógrafos.
Mencionó que a nivel local se requiere del apoyo de los gobiernos para impulsar la construcción de instalaciones adecuadas para la práctica, no sólo de la Lucha Libre, sino demás deportes que permitan atraer a los jóvenes a esos lugares, a fin de evitar se dediquen a actividades ilícitas.
Dijo que la Lucha Libre es un deporte nacional, por ello el cuadrilátero es su pasión.
“Nosotros, en base a nuestra pasión, a lo que nos gusta, se crea nuestro personaje. Yo de niño quería ser astronauta; imagínate tener esta mascara con trasbordador, llegar a la luna”; comentó.
“Enterprise Espacial” coincide en que la Lucha Libre no es una actuación; por ello dijo que es importante que más niños y jóvenes se sumen a ese deporte.
En el caso de la Unión Regional de Lucha Libre, el trabajo y formación de luchadores es de manera gratuita, labor realizada para mejorar como sociedad.
Recalcó que en la Lucha Libre los golpes son verdaderos, por eso lanzó este reto.
“Esa gente los escépticos que dicen que no se pegan y es falsa, los invitamos a que vengan y prueben el entrenamiento, y si al siguiente día no amanecen adoloridos, como dicen en la televisión, les regresamos su dinero. Los golpes son verdad, sí duelen; de lesiones tengo luxados los dos hombros, dos cirugías en la rodilla, esguinsado un tobillo y ahorita en el entrenamiento me lesioné. Los golpes son reales, dolorosos y disfrutables”, dijo.
Pero como en todo deporte, siempre hay el “negrito en el arroz”, y la Lucha Libre no es la excepción; muestra de ello es el referí profesional conocido como “El diablo”, de nombre Ángel, de lo que no tiene nada porque es rudo de corazón, y eso lo demuestra sobre el cuadrilátero.
“El diablo” mencionó que al subir al ring se transforma y trata de hacer su trabajo, pero a veces la pasión le gana, dando beneficios a los rudos, pero pasando vergüenzas cuando ganan los técnicos.
Dijo que un trabajo elemental del réferi no es únicamente el conteo, sino también proteger la integridad física de los luchadores cuando se encuentran en el cuadrilátero.
Además de los luchadores Príncipe Acord y Enterprise Espacial, también se encuentran Maquina, Lion Lid, Centella, Samael y Aerolastic, ésta última una luchadora de apenas 15 años de edad, quienes forman parte de la Unión Regional de Lucha Libre “Huajuapan”.
Así es que usted ya sabe: si quiere divertirse, pero también apoyar la Lucha Libre, no tiene que viajar a la Ciudad de México para ir a la arena, sino estar pendiente en Huajuapan de los diferentes eventos en los que participan luchadores profesionales, quienes también están dispuestos a divertir al público y aguantar dos que tres cachetadas sin límite de tiempo.
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– Gerardo Cruz
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