09 de noviembre. Cuando se habla de tatuajes generalmente se relaciona con reclusos, rockeros, motociclistas, cholos, sexoservidoras, marineros, piratas, rebeldes, y actualmente jóvenes que quieren estar a la moda.
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Éstos son los estereotipos con los que algunos sectores de la población, sobre todo las personas adultas, etiquetan a las personas tatuadas. Aunque esta práctica gana cada vez más terreno, aún prevalecen la desconfianza y el rechazo hacia las personas que tienen tatuajes:
“No estoy de acuerdo, se pueden infectar quienes se realizan los tatuajes, además no me gusta verlos… Para mí no es correcto, ya que puede dañar el cuerpo y posteriormente para buscar trabajo y donar sangre es imposible… Me da la imagen de muchachos vándalos y drogadictos, a lo mejor me voy a los extremos… A la larga, si necesitamos sangre no pueden donar, además deben tener cuidado con las agujas que pueden estar infectadas… No estoy de acuerdo, dice mucho de la persona, además si quiere encontrar un trabajo muy difícilmente lo encontrará, genera desconfianza, nos da la impresión que son maleantes… A mí no me gusta, pero respeto… La palabra de Dios lo prohíbe… Es una cultura que tienen ellos, no tiene nada de malo, pero la percepción de la ciudadanía es que son delincuentes y malas personas”.
Sin embrago, a pesar de lo que puedan opinar algunos ciudadanos a diario las personas cumplen su deseo de marcarse el cuerpo de manera permanente con la imagen que les represente o signifique algo en sus vidas.
La palabra “tatuaje” se deriva de tatoo, que significa “marcar o golpear dos veces”. Los tatuajes son de diferentes estilos y figuras, desde los góticos, los tribales, los realistas, las acuarelas, los celtas, tradicionales japoneses, abstractos, surrealistas, e hiperrealistas, entre otros.
Y a medida que los tatuajes van ganando cada vez mayor aceptación en las sociedades, son más los adeptos a esta práctica que se ha convertido en una verdadera moda.
Pero a pesar de que la percepción de la sociedad ha ido cambiando, hay riesgos latentes, como el hecho de que pueden ser causantes de cáncer, ya que en algunos casos se utiliza tinta elaborada con colorantes que utilizan ciertas industrias que pueden contener productos químicos tóxicos, como metales pesados e hidrocarburos.
Los tatuajes atraviesan la piel, lo que significa que es posible tener infecciones en la piel y otras complicaciones, entre ellas reacciones alérgicas, enfermedades de transmisión sanguínea, incluyendo la hepatitis y el SIDA.
El director de Salud del Ayuntamiento, Oscar Antonio Vieyra, destacó los riesgos de salud que representa el realizarse un tatuaje sin las medidas de salubridad adecuadas, por lo que siempre se debe revisar que la aguja que se utiliza sea nueva, y que el establecimiento al que se acude cuente con los contenedores para desechos peligrosos.
El funcionario exhortó a las personas que pretendan realizarse un tatuaje, a que verifiquen las condiciones del lugar al que acuden, para evitar algún riesgo para su salud.
A pesar de que esta práctica puede convertirse en un riesgo para la salud si no se realiza de manera adecuada, aseguró que el área a su cargo no está facultada para expedir licencias de funcionamiento o regular las condiciones sanitarias de los establecimientos donde se realizan tatuajes, y sólo interviene cuando existe alguna observación o queja de la ciudadanía relacionada con este tipo de establecimientos, para hacer recomendaciones al propietario del lugar.
Agregó que, de ser necesario, pueden levantar un acta de hechos para informar a la Coordinación de Regulación y Fomento Sanitario de la Jurisdicción Sanitaria número 5, para que sean ellos quienes atiendan el caso.
“Nosotros no estamos otorgando licencias, bajo ninguna circunstancia; la Dirección de Salud no tiene esa responsabilidad en este momento; pero sin embargo yo espero que con el nuevo Reglamento de Salud, ahí ya está agregándose a preparadores de salud, tanto fijos como ambulantes; también ya tenemos la revisión de estéticas, tenemos la revisión precisamente de estos espacios”.
Pero esto no desalienta a quienes deciden realizarse algún tatuaje, pues a pesar de los posibles riesgos son cada vez más quienes van a los lugares donde los hacen, para plasmar de manera permanente en su cuerpo imágenes que pretenden expresar sus inquietudes, gustos, e incluso su personalidad, según manifiestan.
Por ejemplo, Martin Osorio, quien cuenta con más de ocho tatuajes en diferentes partes del cuerpo, explicó que cada uno de ellos tiene un significado personal de mucho valor. Uno de los más significativos es el tatuaje de un lobo, el cual se hizo para recodar a su hermano, quien le enseñó el valor de la unidad.
Indicó que en los últimos años la gente ha cambiado su manera de pensar sobre las personas tatuadas, dejando de considerar esta práctica como una conducta inadecuada o algo ilegal.
“No pasa de las miradas, pero después se me quedan viendo y me dicen ‘se ven padres’; o de repente el ‘¿te dolió?’, o en ‘¿en dónde te ;os hiciste?’, o ‘está muy padre’; pero ya de criticar, ya casi no, ya casi no me he encontrado con esa gente, me encuentro más a funcionarios, personas o clientes míos que ya están tatuados, y hasta es un tema de conversación, ya hasta pasas desapercibido de tanta gente que está tatuada últimamente”, dijo.
Martin Jiménez, quien se tatuó desde hace más 15 años, dijo que la manera en la que lo llegan a tratar las personas depende mucho de qué tipo de tatuajes tenga, al señalar que mientras sean tatuajes que no ofendan a nadie, ni representen a algún grupo delictivo, la gente no tendría por qué ofenderlo.
“También eso de que no puedes donar sangre, y todo eso, es pura mentira; sí tienes que pasar un buen tiempo para que se cicatrice todo lo que te hagas, y lo he donado sangre, no he tenido problemas por eso, se volvió como un tabú, pero ya se rompió eso, ya el tatuaje es algo muy natural para la gente: De hecho, mi hija el día que se quiera tatuar sabe que no hay ningún problema, es arte en el cuerpo”, expresó.
Ambos coincidieron en que no piensan borrar sus tatuajes, debido al significado que éstos tienen para cada uno de ellos.
Tayde Jiménez quien es tatuador desde hace aproximadamente 12 años, dijo que los tatuajes en su momento fueron criminalizados porque no se contaba con un amplio número de personas que tuvieran un establecimiento, teniendo así que asistir con personas que no contaban con los conocimientos o técnicas adecuadas, obteniendo resultado no tan estéticos o de menor calidad.
“Yo siempre les digo, vienen chavos menores de edad, y les digo ‘no te puedo tatuar’, y principalmente es por ética; un cliente quería que le tatuara una pistola en el antebrazo, le pregunte ‘¿cuántos años tienes?’, ‘no, pues 18’, ‘¿y a qué te dedicas?, ‘pues estudio’. Precisamente tenía el uniforme de un bachillerato, y le digo, ‘es que estás muy chavo como para tatuarte una pistola’. O sea, hay que saber también lo que nos queremos tatuar”, dijo.
Por su parte Andrés Villagómez, tatuador con quince años de experiencia, explicó que los tatuajes que más están solicitando las personas son los símbolos del infinito, mariposas, liebres o el nombre de alguno de los padres o de su pareja, y la mayoría de las personas que se hacen un tatuaje es para recordar a un familiar.
Por otra parte destacó que las leyes para regular los establecimientos de tatuajes son obsoletas.
“Pues aquí todavía no hay licencias como tal, y lo cual hace un poco complicado que se regule todo. Por ejemplo, en algunos lados aplican tatuajes y perforaciones, que son lugares que no son convenientes para hacer esta práctica. Pues sería irte dando a conocer poco a poco, porque haciendo bien las cosas la gente va conociendo tu trabajo, lo va conociendo y te vas haciendo de más clientes”, dijo.
Ambos tatuadores expresaron que la forma en la que se trata a las personas tatuadas ha mejorado, desde que dejó de ser un tema tabú para la sociedad.
Por su parte el coordinador de Regulación y Fomento Sanitario de la Jurisdicción Sanitaria Número 5 en la Mixteca, Ezequiel Cruz Cruz, informó que las personas dedicadas a la elaboración de tatuajes y establecimientos donde se ofrece ese servicio, deben cumplir con la Ley General de Salud.
“Hubo un decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones del Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios, y aquí es donde entran los establecimientos de tatuajes, micropigmentaciones y perforaciones; en ese sentido, los tatuadores, micropigmentadores y perforadores, para la prestación de sus servicios, deberán contar con una tarjeta de control sanitario, la cual tendrá una vigencia de dos años contados a partir de su expedición”, comentó.
Cruz Cruz manifestó que el propietario del establecimiento y los trabajadores del mismo deben contar con los conocimientos, capacitación e higiene adecuados para realizar esta actividad, y quienes acuden a un establecimiento de este tipo deben corroborar que cumpla con todos los requisitos y medidas de seguridad.
Comentó que los tatuadores tienen que cumplir una serie de requisitos para expedirle su permiso de funcionamiento.
“Manual de procedimientos; deben de estar capacitados quienes se dediquen a los tatuajes, deben describir detalladamente el procedimiento que utilizan para la prestación del servicio; el material y equipo que utilizarán debe ser como si fuera quirúrgico; deben contar con un curriculum, el documento que compruebe que el solicitante cuenta con conocimientos sobre primeros auxilios también; comprobante de documentación contra el tétanos y hepatitis B, a la persona que realiza el tipo de tatuajes”, dijo.
Sin embargo, reconoció que en la Mixteca existen registrados de manera oficial sólo cinco establecimientos dedicados a ese giro.
Aseguró que hasta el momento no se tiene ninguna sanción a establecimientos; sin embargo hizo un llamado para que en caso de existir alguna persona con problemas después de realizarse un tatuaje, acuda a las oficinas de Regulación y Fomento Sanitario ubicadas en la colonia Antonio de León, para proporcionarle asesoría o información.
“La recomendación es a acudir a lugares establecidos, previamente autorizados, que cuenten con todo lo que marca la norma, reglamentos y la Ley General de Salud, para que no exista ningún riesgo sanitario que se pudiera dar. De igual forma, a este tipo de establecimientos le pedimos que tengan un convenio con empresas recolectoras de RPVI para el control más estricto que deben de llevar ellos”, enfatizó.
Cruz Cruz puso a la disposición de la ciudadanía el número telefónico 5321229 para información o dudas, antes de tomar la decisión de realizarse un tatuaje.
La realización de tatuajes también puede traer algunas limitaciones para quienes los tienen. Tal es el caso de quienes pretenden ingresar al Ejército, pues la Secretaría de la Defensa Nacional rechaza a los aspirantes que tengan perforaciones o tatuajes, ya que ésta es una política interna adoptada a nivel nacional, la cual se intensificó a partir del año 2008.
Sin embargo, no es el caso de la Policía Estatal, ya que tener tatuajes no es impedimento para ingresar a la corporación, por lo que en las convocatorias que ésta emite para el reclutamiento de elementos no hay ninguna prohibición al respecto, y sólo se analiza y califica el perfil psicológico, entorno socioeconómico y antecedentes no penales de los aspirantes.
Hoy en día el concepto de los tatuajes ha cambiado en la sociedad, pues de ser exclusivos de ciertos grupos, se han convertido en un estilo de vida y parte de la moda. Pero a pesar de todo, la polémica no ha terminado del todo, pues mientras algunas personas aún los siguen considerando una práctica inapropiada, para otros son una moda, y para otros, incluso, un verdadero arte.
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PLATAFORMAS DIGITALES:
-Denise Luengas