(Regidor de Vialidades y Movilidad)
Una mañana la muerte
se cargó a este regidor
“Ya se te acabó la suerte,
ahora empieza tu dolor”.
Y se llevó a Víctor Hugo
directito al camposanto
“Ya no serás el verdugo,
hoy derramarás tu llanto”.
Los taxistas festejaron
toditita la semana;
sólo algunos le lloraron
aunque con mucha desgana.
Y como no era “cuaderno”
de la clase dirigente,
lo mandaron al averno
por su trato prepotente.
“Aquí yace un regidor
que quiso ser presidente,
más no le guardan rencor,
hay que ser benevolente”.