27 de julio. Santiago de Zebedeo o Santiago el Mayor fue uno de los primeros discípulos en derramar su sangre y morir por Jesús. Miembro de una familia de pescadores, hermano de Juan Evangelista y uno de los tres discípulos más cercanos a Jesucristo, el apóstol Santiago no sólo estuvo presente en dos de los momentos más importantes de la vida del Mesías cristiano -la transfiguración en el monte Tabor y la oración en el Huerto de los Olivos-, sino que también formó parte del grupo restringido que fue testigo de su último milagro, su aparición ya resucitado a orillas del lago de Tiberíades.
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La veneración a Santiago Apóstol ha cobrado una relevancia importante en nuestra región Mixteca, y prueba de ello es la gran cantidad de municipios que en estos días festejaron a este santo patrono, como Santiago Chazumba, Santiago Cacaloxtepec, Santiago Juxtlahuaca, Santiago Chilixtlahuaca, Santiago Ayuquililla y Santiago Huajolotitlan, entre otros, sin mencionar a otras poblaciones de las diferentes regiones del estado.
Y es que Santiago Apóstol ha generado no sólo la alegría y los milagros a una población, sino ha creado la unidad entre sus habitantes, y de los que han dejado sus tierras para buscar un mundo mejor.
Y es así que es tal la devoción que Santiago Apóstol ha generado, que su festividad se convierte en un pretexto para que quienes viven en el extranjero o en otros puntos de la república regresen a la tierra que los vio nacer.
Y para muestra un botón: en Santiago Huajolotitlán, donde su mayordomía fue elegida por sorteo, de acuerdo con sus usos y costumbres, ésta planeó un evento diferente al de otros años, y de esto da cuenta Cynthia Magali Ramírez Hernández, primera mayordoma.
“El 24 de julio se realizó la calenda y le dimos ese realce en honor al señor Santiago Apóstol, y fue uno de los eventos más bonitos; el paseo del toro, rescatando juegos tradicionales como el palo y puerquito ensebado”, dijo.
Para esta festividad integraron un comité de organización, quedando como presidente Juventino Montaño; secretario Ignacio Lucero Martínez; tesorero Rodolfo Guzmán Montesinos; y el vicepresidente Alfredo Lima; asimismo el segundo mayordomo Francisco Lucero. Todos ellos buscaron la participación y unidad con la población a través de esta festividad.
Y es que como dice el dicho, la fe es la que mueve montañas, y es así que esta devoción ha movido a todo un pueblo.
“La fe que me han inculcado es de mis padres y abuelos; sin embargo pienso que uno mismo deposita la fe en él, y de esta manera se cumplen los milagros”, dijo.
La preparación dura todo un año, pero se ve reflejada en sólo cinco días. Este festejo inicia con el recibimiento, para dar paso a las 11 misas que se realizan en estos días, además de la tradicional bajada de leña, la víspera y el día de fiesta el 25 de julio.
Cynthia Ramírez agradeció la participación de su equipo de trabajo, pero también el apoyo de los habitantes de Santiago Huajolotitlán.
“Agradecer a mi mayordomía y al pueblo en general, porque ellos contribuyeron, poco o mucho, pero se sintió su presencia, por ello sin duda un agradecimiento a Santiago Huajolotitlán”, dijo.
Juventino Montaño Martínez, a sus 82 años nos comenta sobre la transformación de esta festividad en Santiago Huajolotitlán, de la cual ha participado en algunas de ellas, aunque en esta ocasión sólo acompañó y aconsejó al comité con sus experiencias.
Destacó la participación de la actual mayordomía, quien este año dejó su alma y corazón en este festejo, y que aseguró son pocos los que aceptan este compromiso.
“Agradezco mucho porque siendo tan joven aceptó este reto. Creo que ningún otro joven hubiera aceptado esta responsabilidad, por ello agradezco a la mayordoma y a todo el equipo”, dijo.
Ignacio Lucero Martínez, secretario de la mayordomía, se refirió a lo que significo para él tener parte de esta responsabilidad.
“Es muy gratificante convivir con los paisanos, porque nos vemos frecuentemente pero poco convivimos, y en este año hicimos buenos amigos”, dijo.
En éste como en otros municipios, la fe y devoción a Santiago Apóstol ha significado más que una tradición, ya que representa un factor de unidad entre los pueblos, los vecinos y las familias.
Todos ellos coinciden en un agradecimiento a una imagen religiosa que literalmente une a pueblos.
-Denise Luengas