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EDITORIAL. ¡Otra vez el negocio del chantaje”

SRI-8

20 de julio. ¡Otra vez la burra al trigo! La semana pasada nos referimos al jugoso y productivo negocio del chantaje, y para variar ése sigue siendo el tema del día, pues el panorama no sólo no ha cambiado sino que, al contrario, pareciera que la práctica de presionar a las autoridades tomando como rehenes a los ciudadanos gana cada vez más terreno.

La semana anterior fueron los taxistas; esta vez son los habitantes de un asentamiento irregular denominado Los Volcanes, ubicado en el Libramiento norte de la ciudad, quienes no se han conformado con empañar la fiesta más importante de Huajuapan y la región, sino que han provocado la indignación de los ciudadanos, a quienes están afectando gravemente al privarlos del servicio de recolección de basura.

El motivo de la protesta parece razonable: la inconformidad de los habitantes de Los Volcanes se debe al supuesto manejo inadecuado de la basura en el Centro Integral de Residuos Sólidos (CITRESO), lo que presuntamente les está provocando problemas de salud.

Sin lugar a dudas el del destino final de los residuos sólidos es un tema que debe preocupar y ocupar a las autoridades municipales y ambientales, pero también a los ciudadanos, pues de continuar el manejo inadecuado que durante décadas se ha dado a la basura, se continuará deteriorando el ambiente, lo que repercutirá de manera negativa en la salud no sólo de los habitantes de Los Volcanes, sino de toda la ciudad.

Su demanda parece razonable, y su exigencia de que las autoridades tomen las medidas necesarias para evitar la contaminación del suelo y de los mantos acuíferos es, sin duda alguna, legítima. Lo que no puede ser ni razonable ni legítimo es que con el pretexto de que están siendo afectados por una real o supuesta omisión de las autoridades municipales, afecten de manera deliberada no al presidente municipal ni a los integrantes del Cabildo, sino a los miles de habitantes de Huajuapan de León.

A todas luces es absurda e irracional la “lógica” que están aplicando: “Si a nosotros nos está afectando el ayuntamiento, entonces nosotros vamos a afectar a todos los ciudadanos”.

Y eso es precisamente lo que están haciendo, pues al tomar las instalaciones del CITRESO y las de la Central Camionera para que las autoridades municipales no puedan hacer uso de los camiones recolectores de limpia ni de las instalaciones destinadas a depositar y clasificar la basura, los habitantes de Los Volcanes están ocasionando un problema de contaminación y de salud de graves consecuencias. En muchos casos los ciudadanos están acumulando grandes cantidades de basura en sus domicilios; en otros han optado por quemarla; y en muchos más la han sacado a las calles, convirtiendo éstas en un basurero.

Pero éstos no han sido los únicos actos de presión realizados por los habitantes de Los Volcanes: también bloquearon la carretera federal 190 a la altura de la desviación de Tezoatlán de Segura y Luna, además de que con lujo de violencia, sustrajeron un vehículo que se encontraba asegurado en el encierro de grúas “Balbuena”, agrediendo a una persona.

Hoy, como en muchas otras ocasiones, los ciudadanos de Huajuapan vuelven a ser rehenes de un grupo que con el pretexto de pedir solución a un problema pisotea sus más elementales derechos, entre ellos el de libre tránsito, el de recibir atención médica, el de ser atendidos en las oficinas públicas, el de realizar sus compras donde prefieran, y ahora también el de recibir un servicio público como el de recolección de la basura.

Pero esto no parece preocupar en lo absoluto a los habitantes de la colonia Los Volcanes, o mejor dicho a sus líderes, quienes siguen montados en su macho y amenazan con seguir afectando a los ciudadanos si las autoridades no les dan la respuesta que quieren y en el momento en que la quieren.

Esta cerrazón ha llevado a pensar a muchos ciudadanos (y así lo han dicho a través de este medio) que detrás de la aparentemente legítima demanda de los habitantes de esa colonia están en realidad un móvil y algunos actores políticos. Hasta ahora no hay un elemento que permita afirmar de manera contundente que así sea; pero muchos ciudadanos basan esta suposición en el papel que los habitantes de Los Volcanes han jugado en los últimos años. En su momento la gente de Los Volcanes ha sido utilizada por autoridades o actores políticos como grupo de presión o de aplaudidores, según convenga, ya sea en sesiones de Cabildo o en eventos públicos, incluyendo los informes de los presidentes municipales. Como dicen los italianos, si no es verdad, al menos lo parece.

Lo cierto es que hoy los ciudadanos de Huajuapan son víctimas del chantaje de un grupo que mediante un acto de fuerza, y al amparo de las siglas de una organización autodenominada “social” se posesionó de un predio que hasta la fecha se encuentra en litigio, y se asentó en el mismo sin permiso de autoridad alguna. Hoy argumentan que les afecta la cercanía del CITRESO, pero cuando se instalaron en ese lugar no pareció importarles esta situación.

Lo peor del caso es que éste no es el único caso de asentamientos irregulares que por lo mismo son presa fácil de las organizaciones y líderes políticos que los utilizan para sus propios fines con la promesa, muchas veces incumplida, de que les van a regularizar y escriturar los predios. Al final de cuentas, los ciudadanos son rehenes de un grupo, pero éste es también rehén de sus líderes.

Nuevamente las autoridades tienen un pendiente: la aplicación de la ley. Ya es hora de que se pongan las pilas; y lo tienen que hacer pronto, pues de lo contrario este conflicto se puede salir de control y generar una confrontación, que de ninguna manera es deseable y que nadie en su sano juicio desea.

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