EDITORIAL. Y la educación cuándo?

25 de mayo. Otra vez el magisterio oaxaqueño dejará las aulas y se irá a paro de labores en Oaxaca. Esto deja claro que poco o nada les interesa seguir mejorando la educación de la niñez, mucho menos generar acciones enfocadas a mejorar las instituciones del nivel básico.

Y es que en su pliego petitorio 2018 los maestros, lejos de pedir recursos para atender las necesidades existentes en las más de 13 mil escuelas de la entidad, han solicitado entre otros puntos la cancelación de la reforma educativa; la libertad de supuestos presos políticos; el descongelamiento de sus cuentas bancarias; la creación de un fideicomiso para una caja de ahorro a favor de los maestros; la cancelación de las evaluaciones: la desaparición de módulos y escuelas de la sección 59.

A estos se suman el castigo a los responsables de los hechos ocurridos el 19 de junio del 2016 en Asunción Nochixtlán; el mantenimiento, remodelación y equipamiento de los inmuebles como la Casa del Maestro Oaxaqueño (CAMAO) en la Ciudad de México; y por si fuera poco la construcción de un hotel en Puerto Escondido, entre otros.

Año con año la sección 22 en su pliego petitorio exige más beneficios para sus líderes y agremiados, dejando de lado destinar presupuesto para mejorar las aulas, el equipamiento y el mobiliario de las escuelas.

Si bien esto último no es prioritario para ellos, tampoco lo es exigir al gobierno el fortalecimiento en la capacitación de los maestros a fin de mejorar la educación en la entidad.

Y es que también, como ya es costumbre, el pliego petitorio siempre se entrega al gobierno estatal a puerta cerrada, o para decirlo más claro, en lo obscurito, para que nadie se entere, o por se enteren los menos posibles, ya que en estos años el magisterio oaxaqueño se ha ganado a pulso el repudio de la sociedad no sólo por sus acciones, sino por sus demandas enfocadas a todo, menos a mejorar la educación.

Y es que como muchos maestros lo han reconocido, las escuelas siguen igual o peor que hace 30 años, situación que seguirá porque lejos de destinar presupuesto a atender la infraestructura educativa, las anteriores y la actual dirigencia de la sección 22 prefiere destinar más del 80 por ciento del presupuesto educativo al pago de nómina, vacaciones, aguinaldo y otros beneficios para ellos, dejando una migaja para atender a las escuelas, a esas escuelas que tanto dicen defender.

Mientras el magisterio le siga apostando a recibir más beneficios y no a luchar a favor del pueblo, ese pueblo al que defienden con palabras pero traicionan con sus hechos, la educación en la entidad muy difícilmente podrá alcanzar cuando menos un quinto lugar a nivel nacional.

Como se ve, en el pliego petitorio de este año los maestros lejos de exigir atención a las demandas de las escuelas públicas, le apuestan a seguir chantajeando al gobierno para tener más comodidades paroara la base magisterial, pero en especial para sus dirigentes, a fin de que no padezcan ninguna necesidad como las que tiene el pueblo.

Es importante que así como exigen cuentas al gobierno, los maestros empiecen a predicar con el ejemplo e informen qé hicieron desde 1992 hasta 2015, cuando tuvieron el control absoluto del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO); a qué destinaron el presupuesto, cuantos maestros fueron beneficiados con dos o más plazas, cuantos “profesores”, obtuvieron una plaza a cambio de recursos económicos o herencias sin tener el perfil necesario.

También es importante que la sociedad conozca el monto total del presupuesto asignado para la entidad en materia educativa y cómo se distribuye, o a quiénes benefician.

Éstas son algunas incógnitas que al parecer no serán aclaradas; esperemos no sea así y de verdad exista transparencia en el magisterio.

Ahora bien, eso es por un lado el tema de la educación, una educación devaluada año con año por las acciones de los líderes magisteriales. Es importante decir que muchos maestros están comprometidos con la educación de la niñez oaxaqueña, pero muchos de estos maestros no son reconocidos por el propio magisterio, ya que lejos de dar un reconocimiento a los maestros comprometidos con sus alumnos, reconocen más a aquellos “maestros” dedicados a afectar a terceros con sus bloqueos, amedrentar a la sociedad, realizar el robo o asalto a los camiones de diversas empresas o atentar contra el patrimonio cultural.

Esa es la realidad de la educación de Oaxaca, pero tal parece que este año los padres de familia ya están despertando de los engaños de los maestros, a quienes han emplazado a que si dejan las aulas solicitarán el apoyo de otros sindicatos para evitar la afectación en la educación de sus hijos.

Pero tal como ha ocurrido en otros años, esos padres, quienes en alguna ocasión fueron alumnos de la sección 22, están decididos a mejorar la educación de sus hijos; sin embargo seguramente serán señalados por los profesores como “vendepatrias”, “traidores”, etcétera, sólo por exigir un derecho. La sección 22, lejos de formar una sociedad crítica, le apuesta a una sociedad analfabeta para no recibir reclamos y seguir obteniendo beneficios a cuenta del pueblo.

La educación en la entidad requiere atención y compromiso urgente. Esto va a terminar cuando la seccion 22, en lugar de exigir la construcción de un hotel en las paradisiacas playas de Puerto Escondido, le apuesten y se comprometan en las aulas con los alumnos, sí con los niños esos niños que dicen educar pero tal parece que los maestros los están enseñando a delinquir en las calles, porque ellos sí pueden agredir a la sociedad, pero la sociedad y el gobierno no los pueden tocar ni con el pétalo de una rosa, porque entonces hablan de “represión” y de “presos políticos.

Sin duda es lamentable el actuar del magisterio, pero sería más lamentable si los padres de familia siguen cruzados de brazos para no exigir educación para sus hijos.

Es por eso que los maestros han dejado claro que una vez más la educación no es la prioridad para ellos; la prioridad para ellos es seguir teniendo privilegios e impunidad; total, al pueblo pan y circo. Por eso la pregunta es: Y ka educación, cuando?