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EDITORIAL. … Y sigue la mata dando

SRI-8

12 de enero. La temporada decembrina ha terminado; los buenos deseos por la Navidad y el Año Nuevo han quedado atrás; pero a pesar de que las posadas terminaron el 24 de diciembre, y de que casi ha transcurrido la primera quincena de 2018, tal parece que los integrantes del Cabildo seguirán trayendo como piñata, sesión tras sesión, el tema del contralor municipal, René Rivera Rojas.

En la primera sesión del Cabildo correspondiente a este año, la regidora panista de Educación, Cultura y Deporte, Leydith Cruz Chávez, solicitó que Rivera Rojas fuera removido de ese cargo, argumentando que ha incurrido en diversas irregularidades en el desempeño del mismo, e incluso que su perfil profesional no es el adecuado.

Aunque en esa ocasión la propuesta fue rechazada por la mayoría priista del Cabildo, el de la Contraloría Municipal parece que seguirá siendo tema de cada sesión: en la más reciente, la aplanadora priista desechó (al menos por el momento) la propuesta de la regidora de MORENA, Dulce Belén Uribe Mendoza, para integrar la Comisión de Vigilancia de la Contraloría Municipal, pero tal parece que los piñatazos seguirán hasta la próxima Navidad, si es que Rivera Rojas no cae antes.

Y es que tal parece que los regidores de oposición están envalentonados con la reciente caída de quien era director de administración, Tonatihú Salazar Torres, y ahora han enfocado sus baterías hacia un solo objetivo, que es el de hacer que la cabeza del contralor ruede por los suelos. Esgrimen como única motivación el interés de que ese órgano de fiscalización cumpla realmente la función para la que fue creado, y no sea manejado como un instrumento para ablandar a los opositores o para proteger a los amigos, como aseguran que ha ocurrido hasta ahora.

Los concejales de la oposición argumentan que el contralor Rivera Rojas ha actuado de manera parcial y abusiva, excediéndose en sus funciones en algunos casos, pero de manera omiso en otros, solapando evidentes irregularidades en el manejo de los recursos públicos, a pesar de que han exhibido documentos que acreditan dichas irregularidades.

Hasta aquí todo está bien. Parece que, aunque de manera tardía, los regidores del PAN y de MORENA están asumiendo el papel que les corresponde como oposición; pero más vale tarde que nunca.

Desde cualquier punto de vista es encomiable que se exija transparencia a los responsables del manejo de los recursos públicos (económicos, materiales y humanos), y que los integrantes del Cabildo vigilen que éstos se apliquen de manera adecuada, porque finalmente esa es una de sus principales obligaciones. Y también es su obligación abordar con seriedad estos temas, porque las sesiones más recientes han caído incluso en el show.

Sin embargo, es indispensable que exista congruencia en todos los actores políticos, pues si bien es cierto que los concejales priistas no deben poner trabas a las iniciativas que tengan que ver con la correcta aplicación de los recursos y con la transparencia en el manejo de los mismos, lo es también que los de oposición deben estar en la misma disposición de que la información que se refiere a sus respectivas áreas también se transparente.

Sería interesante saber si todos los regidores, sin importar de cuál partido provienen, estarían dispuestos a proporcionar toda la información que se les solicite de sus regidurías y de las direcciones que controlan, sin necesidad de que tenga que existir una solicitud formal a través del área de Transparencia.

También sería interesante saber si todos ellos estarían dispuestos a que en las sesiones del Cabildo se aborden los temas y se de a conocer la información relativa a sus familiares, amigos y recomendados que están en la nómina, así como el sueldo que perciben y las funciones que realizan; pero no sólo eso, sino también si estarían dispuestos a que sean dados de baja quienes no realizan una función específica y sólo están allí calentando el asiento, gracias a compromisos y negociaciones políticas. Estamos seguros de que, si eso ocurriera, la nómina municipal adelgazaría de manera impresionante, y el municipio ahorraría varios millones de pesos al año, muchísimo más que si los concejales hubieran aprobado reducir sus dietas en un 20 por ciento, como lo propuso el regidor de MORENA.

Esas serían muestras de congruencia política, del cumplimiento de una obligación moral y legal, y de que los integrantes del Cabildo realmente están comprometidos con los ciudadanos que les otorgaron su confianza a través del voto.

No deben olvidar que todos ellos son empleados de los ciudadanos, y que es a los ciudadanos a quienes deben rendir cuentas de sus actos, incluso antes que a los partidos que los postularon.

Los integrantes de Cabildo tienen más de un año en el cargo. Ya han rebasado lo que comúnmente se considera que es el año del aprendizaje del ejercicio público, y que el año que inicia es el de las acciones concretas en beneficio de los ciudadanos. Quienes llegaron sin experiencia alguna ya deben haberla adquirido en los primeros 11 meses de la administración; y quienes no la han adquirido, simplemente no la adquirirán ni aunque estuvieran diez años en el cargo.

Ya no hay lugar para pretextos ni para justificaciones. Ya no se puede seguir mirando al pasado ni barriendo hacia atrás. El tiempo pasa más rápido de lo que todos quisiéramos, y el de los integrantes de este ayuntamiento mucho más, porque para ellos ya ha empezado la cuenta regresiva, porque ya están en el último año de su mandato. El discurso tiene que cambiar, y la actitud también. Los ciudadanos sólo esperan y exigen una cosa: resultados.

Un comentario

  1. Huajuapeño /

    Sobre todo del mesías quien resultó la tumba de Los de Morena un tipo vividor que no cumplió con lo que dijo en campaña. Nunca donó nada no compuso Huajuapan

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