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REPORTAJE. Huajuapan, tierra de temblores

sismo

20 de octubre. La ciudad de Huajuapan de León se ubica en una zona eminentemente sísmica, por lo que a lo largo de su historia ha sufrido diversos temblores de gran intensidad, sin contar los pequeños sismos que se registran casi todos los días.

El más reciente de los sismos fue el de 7.1 grados de intensidad en la escala de Richter, con epicentro en las inmediaciones de Chiautla de Tapia, Puebla, ocurrió el 19 de septiembre pasado, a la una de la tarde con catorce minutos.

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Documentos históricos y registros hemerográficos dan cuenta de otros sismos de intensidad considerable ocurridos a partir de finales del siglo XIX.

En su libro “Apuntes Histórico-geográficos de Huajuápam (sic)”, el profesor Álvaro Acevedo Martínez refiere que el 19 de julio de 1882, a las dos y media de la tarde, se registró un fuerte temblor que destruyó el Palacio Municipal, la cárcel, la torre y las cinco bóvedas de la iglesia parroquial, así como 702 viviendas, provocando la muerte de una señora, y que siete reclusos quedaran atrapados en las ruinas de la cárcel, siendo rescatados con vida por los vecinos.

Por su parte, el profesor Telésforo Mendoza Guerrero, en su “Monografía del Distrito de Huajuapan, Oax.” también se refiere a ese sismo, aunque lo ubica un día antes, es decir, el 18 de julio, y menciona que fueron dos las personas fallecidas, un niño y una jovencita.

El primer temblor de magnitud considerable del siglo XX fue el que se registró el 3 de enero de 1904, entre las 14:45 y las 15:05 horas, causando daños en las casas municipales y algunas viviendas de San Jerónimo Silacayoapilla, así como en los templos de esa localidad, de Asunción Cuyotepeji, San Miguel de Allende, y Santo Domingo Tonalá.

Fue precisamente Tonalá la localidad más dañada, pues también se reportaron daños irreparables a las casas municipales, la cárcel y varias viviendas, así como daños de consideración a la iglesia del lugar. Asimismo, una mujer y dos menores de edad resultaron lesionados.

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Pero sin lugar a dudas el sismo más devastador de que se tenga memoria es el que se registró a las ocho de la mañana con cincuenta y tres minutos y veintisiete segundos del viernes 24 de octubre de 1980, con una duración de un minuto con 47 segundos, cuyo epicentro se ubicó precisamente en Huajuapan de León.

Sus efectos devastadores abarcaron los estados de Oaxaca, Puebla, Guerrero, Veracruz, México, Tlaxcala, Morelos y el entonces Distrito Federal. Su intensidad fue de 7.0 grados en la escala de Richter, según el Servicio Sismológico Nacional (SNN), y de 7.1 grados, según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés).

En su libro “24 de octubre. El sismo de Huajuapan”, Francisco Círigo menciona que este sismo arrojó un saldo de 54 personas muertas en la región, 14 de ellas en la ciudad de Huajuapan; 378 personas heridas, más de 2 mil viviendas caídas, 300 por demoler y 5 mil que ameritaron reparación; 23 templos y 75 escuelas dañadas.

Entre los edificios dañados se encontraban el Palacio Municipal, el mercado “Porfirio Díaz”, el hospital “Rafael Amador y Hernández”, las escuelas “Antonio de León”, “Teresita Martín”, “Lázaro Cárdenas” y secundaria “Benito Juárez”, así como la Catedral y los templos de El Sagrario, San José y El Calvario, por mencionar sólo algunos.

Casi dos décadas después, el 15 de junio de 1999 a las tres de la tarde con cuarenta minutos se registró otro sismo de gran intensidad, cuyo epicentro se ubicó a 20 kilómetros al sur-suroeste de Tehuacán, Puebla, y a 55 kilómetros al nortes de Huajuapan de León. Su intensidad fue de 6.7 grados en la esc ala de Richter y su duración fue de 45 segundos.

El temblor afectó diversas zonas de los estados de Oaxaca, Puebla, Guerrero, Morelos y Tlaxcala. En la Mixteca oaxaqueña sufrieron daños 4 mil 124 viviendas de 34 municipios, entre ellos Huajuapan de León, Asunción Cuyotepeji, San Pedro y San Pablo Teposcolula, Tejupan de la Unión, Tamazulapan del Progreso, Tezoatlán de Segura y Luna y Santiago Cacaloxtepec.

También resultaron dañados 50 palacios municipales, 248 escuelas, 65 templos católicos, dos redes de agua potable, una clínica, 3 mil metros lineales de ductos de agua de riego y 13 presas y bordos de captación.

Sin embargo, aunque muchos habitantes de Huajuapan aún recuerdan los sismos de 1980 y de 1999, para los jóvenes el del pasado 19 de septiembre fue el primer sismo de gran intensidad que les tocó vivir.

“En eso empiezan a caer material de la edificio de una gasolinera de la agencia La Junta , y me dice oye está temblando, lo primero que hicimos es guardar la calma, además de orillarnos un poco, bajamos del auto y empezamos con señas a decirles a los carros que se tranquilicen que está temblando, por la gente se empezó a alterar un poco, por lo que le dijeron que se calmaran que salieran de donde estaban, y se alejaran de los cables, ya que son peligrosos”… “Primero escuche un estruendo y posteriormente empecé a ver como la tierra se movía, baje a mi niña, la verdad me quede un poco paralizada, porque pensaba que al caminar me podría tropezar, ya después lo único que quería es llegar a donde estaba mi hijo porque estaba en institución”… “Lo primero que hice cuando paro de temblar fue márcale a mis padres en donde estaban si estaban bien, como se saturaron la líneas pues no me pude comunicar con ellos, una desesperación, porque cuando irse ir a mi casa ningún taxi quería llevarnos”… “Hubo mucho desastre, se cayó el mercado, se derrumbó el portal fue más fuerte con mucha intensidad y ahora no, vino pero solo sacudió”, refirió.

Entre los sismos de finales del siglo XX y el del 19 de septiembre de este año existen marcadas diferencias, como lo explica el ingeniero geólogo Marcos Germán Corro Ortiz, del Instituto de Minería de la Universidad Tecnológica de la Mixteca (UTM).

“Los sismos anteriores se llaman sismos interplaca, que se dan en los límites de las placas continentales, y éstos generan replicas; sin embargo el sismo del pasado 19 de septiembre se generó como un sismo interplaca, que está al interior de la placa tectónica, y en este caso no nos va a generar una serie de réplicas, a diferencia de los sismos que se producen en los límites de las placas tectónicas”.

Aseguró que si bien no existe fecha y hora para que vuelva a presentarse algún sismo de similar o mayor magnitud como el del 19 de septiembre, los ciudadanos deben estar conscientes de que la tierra está en constante movimiento.

El hecho de que la mayoría de las casas ubicadas en el centro de la ciudad y del fraccionamiento Los Naranjos presentaran daños se debe a que están construidas en una capa de arena generada por los ríos, causando un efecto similar al de la Ciudad de México que fue edificada sobre un lago, agregó.

“Al ocurrir un sismo toda esa zona de sedimentos recientes se comporta como si fuera una gelatina; entonces van a haber movimientos bruscos en diferentes direcciones; las edificaciones, las casas resultan más dañadas, a diferencia de la construcción de una casa sobre un edificio rocoso, pues ésta tiende a presentar menos daños”.

Aunque el geólogo aseguró que esto no significa que las personas deban exiliarse y vivir en las montañas, es importante realizar estudios de mecánica de suelos y de geofísica; el primero refleja el comportamiento y las propiedades del suelo donde se construirá, para que no existan daños posteriores; el estudio de geofísica da una tomografía del subsuelo, si existe agua o cavernosidades, entre otras características.

Corro Ortiz explicó la diferencia entre los efectos provocados por los sismos registrados en septiembre en Huajuapan y en Juchitán:

“Juchitán está cerca de lo que sería un límite entre tres placas: placa norteamericana de cocos y del caribe, y la interacción entre estas placas está generando movimientos que están afectando a Juchitán y sus alrededores; y Huajuapan, al estar un poco alejado, no resiente tanto esto movimientos; en la ciudad nos afectan más los movimientos generados en la placa de cocos y en el interior de la placa norteamericana”, dijo.

El hecho de que hasta hoy se hayan registrado más de siete mil replicas del sismo del 7 de septiembre es una buena noticias para Corro Ortiz:

“Nos preocuparíamos si ya no se tuviera esta liberación de energía, porque quiere decir que toda la energía se está reservando; es como un resorte, si se presiona por un momento se elevará de manera brusca, al contrario si se comprime de manera lenta”.

Comentó que durante los sismos siempre se presentan movimientos trepidatorios y oscilatorios pero uno de ellos predomina más.

INSERT: “En un sismo siempre tiene las dos componentes, una en mayor presencia y la otra en menor. El trepidatorio que es más cercano a la fuente, mientas que el oscilatorio es la parte alejada de donde se originó el sismo”, dijo.

¿Pero qué tanto tiene que ver el cambio climático en la ocurrencia de los sismos?

“Siempre han existido cambios en la tierra; los cambios climatológicos han existido en la historia de la tierra, ha habido glaciaciones y temperaturas muy altas, pero en este caso el hombre está haciendo que estos factores se desarrollen más rápido”.

Un aspecto importante en estos eventos es la parte humana, es decir cómo actúan las personas ante estos fenómenos naturales y cómo se han ido asentando en la ciudad.

El director de Protección Civil del municipio de Huajuapan y Coordinador Regional de Protección Civil del Estado en la Mixteca, José Antonio Ramírez García, mencionó que ha existido un avance en la construcción de viviendas, así como en la autoprotección, los cuales son notorios entre los sismos de 1980 y 2017..

“A 37 años del sismo del 80 en Huajuapan, que marcó y cambió la imagen urbana de Huajuapan, que enlutó a 66 familias en la Mixteca, los avances que hemos tenido es conciencia en Protección Civil”, mencionó.

Ramírez García, expresó que la figura de Protección Civil poco a poco ha tomado fuerza en los últimos años, y actualmente se cuenta con un equipo, el cual ha elaborado el mapa de riesgos cuya aprobación por el Cabildo está pendiente.

“¿Qué hace falta? Tenemos ya todo, lo que nos hace falta es organizarnos; dentro de esto no deben existir partidos políticos, colores, religiones; lo que nos hace falta es organizarnos. Ya bien armado nuestro mapa municipal de riesgos, falta su aprobación y darlo a conocer para que este documento se respete y únicamente se actualice”, enfatizó.

Ramírez García, mencionó que minutos después del sismo del 19 de septiembre se instaló el Consejo Municipal de Protección Civil y se empezaron a generar cifras, además de atender temas prioritarios como el funcionamiento de los hospitales y la instalación de un albergue temporal. Además se inició la coordinación con el gobierno estatal y federal para seguir atendiendo a la población.

Expresó que hace falta trabajar en el Plan Familiar de Emergencia, en los planes internos de Protección Civil, para llegar al Plan Municipal de Desastres, a fin de hacer partícipe a toda la sociedad en las actividades preventivas en materia de Protección Civil.

“Todo municipio, por muy bien organizado que estemos y preparados, que tengamos todas las herramientas, equipo y personas, ante un fenómeno de esta magnitud como lo que se tuvo el 19 de septiembre y el 24 de octubre de 1980 nos vamos a ver rebasados, por bien preparados que estemos”, sentenció.

El geólogo Corro Ortiz aseguró que en el tema de los sismos es importante que la sociedad esté informada, lea y pregunte a gente certificada y especializada en el tema, como el servicio sismológico, los geólogos o expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México, y no dejarse llevar por lo que se publica en las redes sociales.

Al cumplirse un mes del sismo del 19 de septiembre, y a punto de cumplirse 37 años del sismo del 24 de octubre de 1980 es importante que los ciudadanos estemos preparados para hacer frente de la mejor manera posible a los fenómenos naturales de este tipo, que no se pueden predecir pero sí se pueden prevenir para atenuar sus efectos. Tenemos que estar conscientes de que Huajuapan, además de ser Tierra del Sol y Cuna de la Canción y el Jarabe Mixteco, es también tierra de temblores.

– Denise Luengas

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