EDITORIAL. Los lobos con piel de oveja

18 de noviembre. Este viernes arrancó la carrera; pero no la de caballos, sino la de los tres aspirantes a ocupar la presidencia del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional.

La incógnita que se abre ante el inicio de la campaña interna en busca del voto de los militantes del PAN es si éstos despertarán del letargo en que se han mantenido durante muchos años o si seguirán siendo rehenes de la ambición de poder y de los intereses particulares de los grupos y personajes que se disputan el control de ese partido en la entidad.

La campaña interna iniciará este viernes y concluirá el sábado 17 de diciembre. En ella participarán tres “destacados” panistas: el presidente municipal de Huajuapan, con licencia, Luis de Guadalupe Martínez Ramírez; la exdiputada local Natividad Díaz Jiménez; y el exdelegado estatal del Registro Agrario Nacional, José Manuel Vásquez Córdova.

Cada uno de ellos endulzará los oídos de los militantes para tratar de convencerlos de que es la única opción para sacar al PAN de la grave crisis por la que atraviesa y que lo llevó a caer al quinto lugar en las elecciones del mes de junio pasado.

Seguramente cada uno de los tres aspirantes a dirigir el rebaño blanquiazul tratará de presentarse como el mejor panista, el más capaz, el más fiel a la doctrina partidista, y el más respetuoso de la dignidad humana, todo esto para tratar de obtener el voto de la mayoría de los nueve mil 248 militantes de ese partido, distribuidos en 213 municipios de la entidad.

Habrá quienes intentarán borrar con discursos, sonrisas falsas y trato amable, su historia de intolerancia, autoritarismo, ambición de poder, ejercicio indebido de los cargos públicos.

Quienes hasta hace algunas semanas trataban a los ciudadanos con la punta del pie, hoy los recibirán con una sonrisa y hasta un abrazo; quienes hasta hace poco cerraban las puertas de su oficina en la nariz de los ciudadanos, hoy irán a buscarlos hasta la puerta de su casa; quienes mantienen vínculos y compromisos con funcionarios y políticos de partidos contrarios al PAN hoy se presentarán como los defensores del panismo más puro.

Pero bastará con adentrarse un poco en los antecedentes de algunos de los aspirantes para ver hasta qué punto han sido congruentes con los principios y la doctrina de su partido, cuando en su actividad política no se han caracterizado por su respeto a la dignidad humana ni por su vocación democrática, y su desempeño como servidores públicos o representantes populares da pena ajena.

Basta recordar que el 7 de junio de 2015, en plena jornada para la elección de diputados federales, el hoy presidente municipal con licencia, Luis de Guadalupe Martínez, exigió el retiro del Ejército Mexicano y de las fuerzas federales que intervinieron para restablecer el orden y garantizar la realización de la jornada electoral.

Habría que recordar también que hasta el momento no ha dado una explicación satisfactoria sobre el papel que la Policía Municipal a su mando desempeñó en la jornada violenta del día anterior, cuando las fuerzas armadas y la Gendarmería fueron agredidas por quienes pretendían impedir la realización de las elecciones y por integrantes de pandillas de algunas colonias de la ciudad.

¿Con qué autoridad moral convocará ahora a los militantes el PAN a participar en un proceso democrático, cuando en esa ocasión se puso del lado de quienes pretendían sabotear los comicios, y exigió la suspensión de las votaciones, lo que si hubiera ocurrido habría privado a miles de ciudadanos de ejercer su derecho al voto?

¿Cómo podrá Luis de Guadalupe abanderar los ideales del PAN y exigir a las autoridades que actúen con apego a la ley, cuando de manera reiterada y con pleno conocimiento de causa hizo gala de prepotencia y se pasó le ley por el arco del triunfo al promover su imagen personal y la de su gobierno a través de medios que operan ilegalmente?

¿Cómo garantizará el buen uso de los recursos de su partido, cuando su administración ha estado plagada de señalamientos por probables actos de corrupción en el manejo de los recursos públicos y en la ejecución de las obras?

¿Sera acaso que confía en el servilismo de algunas personas que le han servido incondicionalmente a cambio de obtener un beneficio económico y algún cargo público para seguir viviendo del erario?

Pero el tema de los señalamientos de corrupción y la actitud de cinismo no es exclusivo del presidente con licencia, pues también alcanza a la exdiputada local Natividad Díaz Jiménez, oriunda de Ejutla de Crespo, quien es señalada al igual que el resto de los exintegrantes de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) del Congreso local de estar inmiscuida en actos de corrupción y desvio de recursos para beneficios personales.

Asimismo, se le ha señalado por beneficiar a familiares, incrustándolos en la nómina del Congreso local, sin que tengan el perfil adecuado ni los conocimientos para hacer frente a las demandas de los oaxaqueños.

Así también se vincula a la ejuteca de estar coludida con el actual presidente del CDE del PAN con licencia y hoy diputado local, Juan Mendoza Reyes, para tener un control de ese partido y de recursos a discreción para comprar las conciencias de los panistas.

Pero tal parece que los panistas no ven la realidad de lo que pasa en su partido, ya que mientras Martínez Ramírez se postula como candidato, Natividad Díaz cobija los intereses de su familia al incluir en su planilla a Guadalupe Maza Santibáñez, cuñada del edil con licencia. Como quien dice, si no es Chana es Juana, lo importante es permanecer al poder aparentando un pleito de comadres, pero comiendo en la misma mesa ¡Qué bonita familia!

Todo parece indicar que la elección interna del PAN será más de lo mismo, es decir, una elección en la que seguirán prevaleciendo la compra del voto, la dádiva y otras prácticas que los panistas criticaban al PRI pero que hoy se han convertido en el pan de cada día en los procesos internos del blanquiazul, que se han prostituido por el interés de algunos de ganar “a como dé lugar”.

¿Será que la Comisión Estatal Organizadora (CEO), responsable de dirigir el proceso de renovación del Comité Directivo Estatal (CDE) solapará este tipo de actos y se hará de la vista gorda ante el pisoteo de los estatutos y principios de un partido que hasta hace algunos años alardeaba de practicar la democracia en su interior?

Está por verse si la simulación, los engaños, las promesas, la compra del voto lograrán una vez más que quienes ambicionan el cargo para su propio beneficio logren su propósito, o si los militantes del PAN se deciden a sacudirse el yugo de los caciques blanquiazules y a retomar las prácticas democráticas y los principios ideológicos de ese partido.

El reto para la Comisión Estatal Organizadora será garantizar un proceso democrático, transparente y sin asomo de dudas, para que el PAN retome su papel protagónico en la política estatal y salga del hoyo en que se encuentra actualmente. Al tiempo.

Por lo pronto, a partir de este viernes, recorrerán el estado algunos candidatos a la dirigencia estatal, que ocultan bajo la piel de oveja, los colmillos y las garras del lobo feroz.