12 de agosto. La obra integral de rehabilitación de la calle 21 de marzo, que el gobierno municipal realiza en la colonia Altavista de Juárez fue anunciada con bombo y platillo como la obra que marcaría la diferencia con respecto del resta de las calles de la ciudad. Incluso recibió por parte de las autoridades municipales la denominación de “calle modelo”.
Tal denominación obedecía a que, según anunciaron, sería la única calle de la ciudad que sería de cantera, las casas tendrían un color uniforme y los servicios de agua, drenaje, energía eléctrica y telefonía serían subterráneos.
A un año y medio del inicio de los trabajos, el tiempo ha dado la razón a las autoridades municipales, porque la 21 de marzo se ha convertido en un verdadero modelo pero de falta de planeación, opacidad y contradicciones en el costo de las obras, retrasos en su ejecución, vicios no tan ocultos, uso de materiales de mala calidad e incluso algunos presuntamente reciclados, entre muchas otras fallas y ocurrencias.
Y aunque el presidente municipal Luis de Guadalupe Martínez Ramírez ha insistido en que no existen inconformidades, e incluso en el mes de marzo de este año aseguró que había recorrido esa calle “casa por casa” y no había recibido ninguna queja, la versión de los vecinos es otra, pues se quejan principalmente de la mala calidad de los trabajos y los materiales, así como del retraso en la ejecución de las obras.
La inconformidad se empezó a manifestar en el mes de febrero del año pasado, cuando las autoridades municipales anunciaron el inicio de las obras, porque vecinos de esa calle argumentaron que ellos no la habían solicitado. Después de reunirse con las autoridades municipales y de que el entonces director de Planeación, Control y Evaluación del Desarrollo Social y Urbano, Juan Gabriel Acevedo Cruz, se comprometió a que se realizaría una obra de calidad y os trabajos quedarían concluidos en un tiempo aproximado de tres meses, los vecinos accedieron a la realización de los mismos.
Ninguno de los dos compromisos se cumplió: en el mes de septiembre, después de que los vecinos se inconformaron por el retraso en la ejecución de los trabajos, el presidente del comité de obras, José Manuel Gómez Mendoza, denunció que la pintura aplicada en la pavimentación del tramo comprendido entre las calles Venustiano Carranza y Campillo ya se estaba diluyendo.
En el mes de octubre, vecinos de la calle 21 de marzo exigieron la demolición de guarniciones y pavimentos, al asegurar que la mala planeación de los mismos había provocado inundaciones en varias viviendas, lo que no ocurría anteriormente. Semanas antes se habían inundado algunas áreas del Hospital General “Pilar Sánchez Villavicencio”, lo que obligó a habilitar un nuevo drenaje pluvial.
En noviembre se registraron nuevas inundaciones en las viviendas; los vecinos denunciaron que en algunos tramos el nivel de la calle quedó un metro arriba de la entrada de las viviendas.
Por otra parte, la falta de planeación ha salido a relucir en diversos momentos, cuando se han tenido que demoler algunas partes que aparentemente ya estaban concluidas, y se ha ranurado el pavimento recién colocado.
Por si fuera poco, el 26 de julio pasado, después de que se registró una fuga de agua, lo que obligó a que personal del Sapahua rompiera una vez más el pavimento, vecinos de esa calle se quejaron nuevamente de la mala calidad de los trabajos, señalaron la existencia de fallas en un registro de energía eléctrica ubicado en la esquina con la calle Campillo y denunciaron que en la rehabilitación de la red de agua potable supuestamente fue utilizado material reciclado.
El regidor de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Raúl Sánchez Peña, negó esta versión, y aseguró que la línea de conducción de agua potable no fue sustituida porque data de 1991 y aún se encontraba dentro de su vida útil:
“Donde se realizaron las obras de cambio de tubería de agua y drenaje, existen seis metros de distancia uno de otra, esa tubería no se tocó para nada (…) Hubiera sido lo ideal sustituirla pero representaba un presupuesto extraordinario, pero si consideramos que tiene un tiempo de vida de 40 a 60 años estamos hablando de que todavía tenía considerable esta línea de conducción y no teníamos por qué modificarla”, dijo.
Sin embargo, los vecinos insisten en que no hubo planeación y las obras fueron ejecutadas por contratistas sin experiencia o poco responsables. Manifestaron que esta obra debe servir para que las autoridades venideras y los beneficiarios verifiquen si existe un proyecto, si hay planeación y quiénes son los responsables de ejecutar las obras, para el despilfarro y los engaños a la población.
Zoila Reyes Flores, quien fue integrante de un comité de cuadra, dijo que las obras son de pésima calidad y no fueron planeadas:
“Este trabajo no fue planeado, no fue hecho en base a un proyecto. En primera no lo solicitamos como vecinos de la calle, en segundo, cuando el 7 de febrero (de 2015), en la mesa de negociación con el presidente Luis de Guadalupe, nos dijo claramente que era un trabajo de calidad, un empedrado porque iba a ser la entrada principal al Cerro de las Minas. Todo lo pintó de diferente manera a como se ha venido haciendo, el trabajo es malísimo”, mencionó.
Expresó que una muestra de la mala calidad de los trabajos es que las banquetas y el pavimento presentan cuarteaduras, los registros de energía eléctrica se inundan, lo que puede provocar un cortocircuito, y una de las cajas de registro se rompió hace un mes.
“Para empezar le pusieron material de muy mala calidad, prueba de ello de que aun esta reciente el trabajo y el piso y las banquetas están agrietadas. No fue en base a un proyecto porque, por qué ponen quitan, vuelven a remendar y nuevamente con lo mismo, porque no es un proyecto hecho en base a espacios a ocupar, por lo tanto trae consecuencias por qué hay que romper y remendar y así no quedan bien los trabajos, yo le exigiría al presidente que en lo posterior haga trabajo que valga la pena, si se dice que vamos a invertir once millones realmente se inviertan los once millones, se dé a conocer a los beneficiarios ese proyecto en base a que se va a trabajar y no se trabaje debajo del agua”, enfatizó.
El regidor Sánchez Peña niega que haya faltado planeación, y atribuye a la complejidad de la obra los cambios que ésta ha sufrido con respecto del proyecto original.
“Es una obra compleja desde su ejecución, pues desde el inicio se dificultó ponerse de acuerdo con los vecinos. Se tenía un diseño, un proyecto que sobre la marcha se fue modificando por las observaciones de los vecinos y por la disposición presupuestal del municipio, dado que en un inicio se realizó una gestión con un monto superior”, dijo.
Otro motivo de molestia de los vecinos es la tardanza en la ejecución de los trabajos; pero la mayor molestia es porque las autoridades municipales han cambiado hasta ocho veces (¡sí, oyó usted bien, ocho veces!) la fecha de terminación de las obras y de inauguración de las mismos, lo que consideran una verdadera burla.
Al iniciar los trabajos, el entonces director Juan Gabriel Acevedo Cruz anunció que éstos quedarían concluidos aproximadamente en el mes de mayo de 2015, pero apenas un mes después dijo que las obras se terminarían a finales de ese año.
A principios de septiembre, el regidor Raúl Sánchez Peña aseguró que los trabajos se terminarían el 15 de diciembre, lo que tampoco ocurrió.
Sin embargo, el día 21 del mismo mes, el presidente del comité de obras dio a conocer que Acevedo Cruz se comprometió a concluir la obra a más tardar el 21 de noviembre, pero terminó el año y la obra seguía inconclusa.
El 7 de enero de este año el presidente municipal Luis de Guadalupe Martínez estableció un nuevo compromiso, al asegurar que la obra sería inaugurada en un mes más, es decir, en febrero.
Al llegar dicho mes, la nueva directora de obras del ayuntamiento, Liliana Hernández Castillo, afirmó que la terminación de los trabajos ocurriría aproximadamente en un mes, lo que fue ratificado días después por el regidor Sánchez Peña, quien fijó la inauguración de la obra para el 21 de marzo.
El 23 de marzo, el presidente municipal dijo que la obra no se inauguró el día 21 porque la Comisión Federal de Electricidad y Telmex no concluyeron los trabajos de cableado subterráneo, pero anunció que la tantas veces pospuesta inauguración se realizaría aproximadamente en ocho días más. Pero ni efervescencia electoral hizo el milagro, pues hasta la fecha las obras siguen inconclusas.
Para no fallar una vez más, el 28 de julio pasado el regidor Raúl Sánchez Peña dijo de plano que las obras de la calle 21 de marzo quedarían terminadas y serían inauguradas antes del 31 de diciembre. Pero una vez más volvió a cambiar la fecha, y ahora menciona que las obras podrían quedar terminadas en un mes y medio”, es decir, a finales de septiembre, “si otra cosa no sucede”.
El regidor Sánchez Peña atribuye el retraso a factores externos:
“Por cuestiones técnicas los transformadores son subterráneos, tienen características especiales. La Comisión Federal tiene que validarnos estas obras para entregárselas a ellos y que nos den el servicio. En esta parte es donde el proveedor ha estado atrasado en el suministro de estos transformadores, que es lo que está deteniendo la obra y el contratista sigue avanzando en esta parte (…) 12:37 “Esto lleva un tiempo, no es tan sencillo, primero Comisión debe verificar que las obras que se ejecutan de acuerdo a la normatividad de ellos y en base a eso se programan lo que son la conexión de cada una de las viviendas y lo que es la electrificación de la calle”, dijo.
El monto de la inversión destinada a esta obra ha sido motivo de contradicciones y dudas. Las discrepancias no han sido de pesos o centavos, sino de millones de pesos.
En febrero de 2015 el presidente municipal anunció que las obras de rehabilitación de las redes de agua potable y drenaje tendrían un costo de más de once millones de pesos, los cuales habían sido gestionados por el diputado local Jaime Bolaños Cacho y “ya habían salido”. Aseguró que estaba gestionando otros recursos para la pavimentación y los cableados subterráneos.
Pero todo quedó en una gestión fallida, pues ni entonces ni ahora ha sido liberada dicha cantidad, como tampoco han sido liberados los recursos de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) que serían destinados a la pavimentación de la calle 21 de marzo, como parte del programa Hábitat.
Por eso el Cabildo tuvo que aprobar una inversión inicial de 850 mil pesos para la pavimentación del tramo comprendido entre las calles Carranza y Campillo, en la modalidad de administración directa, aunque dicho acuerdo fue violado porque se asignó al contratista Manuel Darío Herrera Rosario.
Posteriormente aprobó un monto de 3.9 millones de pesos del ramo 28 del año siguiente para la pavimentación de los tramos restantes, asignando la obra a la empresa “Distribuidora de Materiales San Cayetano S.A. de C.V.”.
El 15 de marzo pasado el presidente municipal informó que la obras de la calle 21 de marzo tuvieron un costo de 11.5 millones de pesos, de los cuales dos millones fueron aportados por el gobierno estatal y el resto por el ayuntamiento, con recursos de los ramos 28 y 33.
Sin embargo, su regidor de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, le enmendó la plana, pues asegura que el costo de las obras de agua potable fue de 572 mil 594 pesos; las de drenaje tuvieron un costo de un millón 237 mil 868 pesos; las de pavimentación costaron 850 mil pesos en la primera etapa y 2 millones 724 mil 885 pesos en la segunda. La primera etapa del mejoramiento de la energía eléctrica tuvo un costo de 955 mil 96 pesos, y la segunda de 2 millones 974 mil 41 pesos. El alumbrado público costó 600 mil pesos, y el cableado subterráneo de telefonía 220 mil 88 pesos.
Según Sánchez Peña, el costo total de las obras fue de 9 millones 974 mil 504 pesos, de los cuales el gobierno del estado aportó un millón 750 mil 463 pesos y el ayuntamiento 8 millones 224 mil 41 pesos.
Entre la cantidad que menciona el presidente municipal y la que refiere su regidor de infraestructuras hay una diferencia de un millón 525 mil 496 pesos. Al parecer, las matemáticas no son el fuerte de este ayuntamiento porque una vez más, las cuentas no le cuadran.
A pesar de los pesares, el regidor Raúl Sánchez Peña sigue considerando que la de la calle 21 de marzo es una “obra modelo”.
“En un inicio se tenía considerado incluso que fuera un modelo de calle, se buscaba tener un acceso a la zona arqueológica del Cerro de las Minas, además de tener características diferentes como que fuera cantera la rehabilitación del pavimento. En la práctica no llegaron los recursos; asimismo los vecinos al inicio de la obra tuvieron unas observaciones de las calles y se estuvieron modificando. A pesar de todo sigue siendo una obra modelo porque se rehabilito la banqueta, pavimento, alumbrado público y tendrá energía eléctrica subterránea”, dijo.
Una “obra modelo”… pero de lo que no se debe hacer. Una “obra modelo” que se ha vuelto interminable, que estaba proyectada para tres meses y ya ha cumplido un año y medio. Una “obra modelo” que los vecinos de la calle 21 de marzo y muchos ciudadanos de Huajuapan esperan que no se repita.
Denise Luengas
Es el modelo perfecto de la obra eso nadie lo duda, pero para que pueda robar el ratachupes y sus gatos de medio pelo
Ya saben como es de mentiroso el ratachupes, como dicen los viejitos «Quién no lo conoce que lo compre», pero la gente sigue votando por esta bola de ratas y ahora todos quejandose, así nadie los entiende.
Lo que deben hacer los vecinos es ponerle una denuncia penal y hacer cela de tos, pues no creo que asus departamentos de acatlima le haya puesto material de tercera como a esta calle.
Segurito el mejor material se fue para sus propiedades y a las obras de Huajuapan solo le puso las sobras, que poca y lo peor es que todos siguen callados, pues hay que hacerle de pedo el 15 de septiembre estamos en tiempo
¿Y cuántas veces más falta por anunciar que ahora si va a inaugurar la calle? seguro por que hasta les va a pedir a los vecinos que pongan el chivo o la chiva…..ahajajjajajaja
Ese manuel dario palmera rosario es de lo mas marrano para trabajar, desafortunadamente es lamebolas de ratachupes y juntos hicieron buena mancuerna para robar