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Día del Maestro: recuperar la imagen de los viejos educadores

Profesor Jubilado Benito Nolasco

Denise Luengas

15 de mayo. Este día se celebra en México el Día del Maestro, aunque esta celebración varía en otros países. La Unesco la instituyó el 5 de octubre.

En 1918 se realizó por primera ocasión en nuestro este festejo, por iniciativa de los diputados Benito Ramírez y Enrique Viesca Lobatón, quienes propusieron al presidente Venustiano Carranza que fuera establecido un día dedicado a los maestros.

El 15 de mayo de cada año se entrega a los maestros más destacados de nuestro país un reconocimiento que lleva el nombre del educador, filósofo, escritor y político oaxaqueño José Vasconcelos, quien fue el primer Secretario de Educación Pública en México, y conocido como El Maestro de América.

Jose VASCONCELOS

En Huajuapan de León se otorgan las medallas “Profesor Serafín Acevedo” y “Profesor Manuel González Gatica” a los docentes con más años de servicio.

Durante muchas décadas la figura del maestro ocupó un lugar muy importante en las comunidades, pues además de cumplir su función de educador era promotor del desarrollo social y las autoridades de los pueblos acudían a él en busca de orientación.

Sin embargo, con el paso de los años se fue desgastando y la celebración se fue diluyendo, sobre todo en el estado de Oaxaca, por los constantes paros de labores y movilizaciones que el magisterio ha protagonizado en los últimos 35 años.

Así lo reconoce el profesor jubilado Benito Nolasco Iturbide, quien prestó sus servicios a la educación durante 52 años.

Originario de Magdalena Tetaltepec, Huajuapan, el maestro Benito inició su labor el primero de mayo de 1943 como maestro de grupo en la escuela primaria de San Martín del Río, Tezoatlán.

Refiere que los maestros de esa época trabajan por la mañana y por la tarde, y junto con las autoridades preparaban todas las actividades de las fechas conmemorativas que establecía el calendario escolar.

Los maestros que ingresaban al servicio sólo contaban con estudios de primaria o secundaria, pero a partir de la federalización de la educación, en 1937, fueron adquiriendo una mejor preparación. Sin embargo, ahora “pareciera que no usan los libros”, señala.

MAESTRA Asegura que la convivencia del maestro con los habitantes de los pueblos y de la ciudad se daba en el marco de un gran respeto. En su caso, por hablar la lengua mixteca logró una mayor cercanía con las comunidades, por lo que los ciudadanos acudían a él en busca de consejo.

“El pueblo en aquel entonces sabia agradecer porque cumplíamos nuestro trabajo. El 15 de mayo mataban un chivito o borrego, le ofrecían al maestro una comida en agradecimiento de que el maestro primero convivía con ellos. Aunque fuera un pueblo pequeño, sabíamos los problemas que atravesaban”, dice.

Supervisor escolar y jefe de sector en sus últimos años, el maestro Benito exhortó a los supervisores a que visiten las escuelas, porque aún existen algunas a las que sólo se llega caminando, a caballo o en burro, como hace años. Agrega que hay pueblos alejados que requieren de la educación para salir del rezago.

Con gran alegría y orgullo, el maestro Benito comenta que aún conserva las fotografías de sus alumnos. Refiere que los profesores eran dedicados, comprometidos, ejercían con cariño su trabajo y atendían a los niños con amor.

A pesar de su poca preparación y del sueldo de dos pesos diarios que cobraban en la pagaduría de Tehuacán, Puebla, los docentes de esa época desempeñaban con mucho gusto su labor frente al grupo, cumpliendo siempre los horarios establecidos.

Aunque el sueldo era insuficiente, los maestros se entregan de lleno a su trabajo, porque para ellos lo más importante y satisfactorio era educar a la sociedad, sin otro tipo de intereses.

Con tristeza, Nolasco Iturbide admite que la imagen del mentor se ha deteriorado, por lo que los pueblos se están olvidando del maestro que educa a sus hijos.

Profesor Oaxaqueño

“Nosotros cuidamos lo que es la niñez, tuvimos cuidado en ellos, no faltábamos a nuestro trabajo, estábamos siempre pendientes atendiendo a los pueblos. Recuerdo que en aquel entonces, en mixteco se le hablaba a las personas para que tomaran algún medicamento, porque no había médicos…. “Todos quisimos hacer mucho, hoy las cosas son diferentes y veo que ya los pueblos no aprecian a mis compañeros maestros porque siempre están faltando a su trabajo…”

El maestro Benito exhortó a los actuales maestros para que desempeñen su trabajo como en su momento lo hicieron los antiguos mentores.

“Tal vez mis compañeros en algún momento reaccionen y cumplan con su trabajo como nosotros lo hicimos en aquel entonces, aunque sea pobremente, poco preparados, pero cumplimos con nuestro deber y por eso estamos satisfechos del tiempo que servimos desde aquel entonces. Ahora les pido a mis compañeros que cumplan y que recuerden que los viejos maestros como yo les pusimos el ejemplo de cómo trabajamos, aunque sea humildemente”, dijo.

Por su parte, Jacinto Oropeza Mata, quien se jubiló con el cargo de director técnico de la escuela “Presidente Lázaro Cárdenas” de la colonia Tepeyac, se refirió a la manera en que han evolucionado la imagen y el trabajo del profesor, y aseguró que es momento de pensar en las nuevas generaciones.

“La educación era diferente, era exigente y provechosa, pues al maestro se le veía con mucho respeto. Nuestros padres, al llevarnos a la escuela, nos recomendaban con el maestro y nos dejaban para que nos educara, nos enseñara e inculcara buenas costumbres, pero después evolucionó todo esto, hubo cambios. Cuando yo ingresé al magisterio pertenecimos al sindicato de la sección 22. Al maestro lo veían como algo muy importante porque era doctor, consejero, participaba en muchas actividades de la comunidad, era dedicado el maestro”, dice.

Relató que posteriormente se inició la construcción de un sindicalismo que permitiera al maestro crecer y salir adelante, pero reconoció que “siempre existen grupos que quieren tener el poder y se ven inmiscuidas las situaciones políticas que desvían la lucha”.

DIA DEL MAESTRO Dijo que la labor del maestro es la misma, pero hubo un distanciamiento entre el maestro y la sociedad. Asimismo, se refirió con nostalgia a los tiempos en que los profesores se reunían y buscan una solución en conjunto para sacar adelante a la niñez y sociedad.

A pesar de estos cambios, el maestro sigue siendo un factor muy importante en el desarrollo de la sociedad. No sólo transmite conocimientos, también inculca valores y propicia el desarrollo armónico de la personalidad de sus alumnos.

Seguramente todos recordamos a algún maestro o maestra que ha marcado nuestra vida; alguien que logró transmitirnos sus conocimientos pero también inspirarnos con su ejemplo; alguien que nos hizo decir “si hubiese sido maestro, me hubiera gustado ser como él o como ella”.

Por eso, en esta fecha, por la dedicación y entrega de muchos docentes que siguen ejerciendo su profesión como un auténtico apostolado, es importante reconocer la labor de quienes educan y forman a las nuevas generaciones. ¡Felicidades, maestras y maestros!

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