Denise Luengas
1 de mayo. Este jueves la mayoría de los niños amaneció con abrazos, regalos y sin ninguna preocupación más que la de pasar un día de diversión junto con sus padres, compañeros y maestros, como es tradición en las instituciones educativas de la ciudad; pero para otros niños este 30 de abril fue un día como cualquier otro. Tal fue el caso de Pedrito, quien no sabe de festejos pero sí de la responsabilidad que lleva sobre los hombros día a día. Él es el mayor de tres hermanos, originario de San Antonino Monteverde, pero por azares del destino vive en Huajuapan con su familia. Este Día del Niño no tuvo nada que festejar.
A sus ocho años de edad ha aprendido bien lo que significa la frase “ganar el pan con el sudor de su frente”, pues a diario se enfrenta las inclemencias del tiempo, sobre todo en estos días cuando los rayos del sol queman hasta las entrañas. Y todo con el fin de contribuir con el sustento del hogar, pues tiene que apoyar a su mamá en la manutención de sus tres hermanitas, dos de ellas enfermas.
Por la mañana asiste a la escuela, pero al salir tiene que ir a comprar una caja de chicles para que entre la una y las dos de la tarde se ubique en uno de los cruceros de la ciudad para venderlos. Esta actividad no sólo implica tener que enfrentarse al peligro, sino también a la indiferencia y hasta al rechazo de una sociedad insensible a la que han dejado de doler el sufrimiento y las carencias de un niño. Pedrito ha pasado a ser sólo una cifra en la estadística de los menores en condición de calle.
Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el término trabajo infantil se define como “todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico”.
Por su parte, en los datos relativos a la población infantil de nuestra entidad, con base en las Proyecciones de Población 2010-2030 del CONAPO, se consigna que el 34 por ciento de los niños y adolescentes de 5 a 17 años de edad que trabajan en Oaxaca es menor de 14 años, lo que violenta sus derechos, pues la Ley Federal del Trabajo señala que la edad mínima para trabajar es de 14 años.
Otro caso que encontramos en Huajuapan es el de Adolfo, quien es originario de Tehuacán, Puebla, pero que hace diez años llegó a Huajuapan porque su mamá tuvo que salir de su lugar de origen para buscar mejores condiciones de vida. El tuvo que empezar a trabajar y finalmente abandonó la escuela.
“Yo empecé a trabajar por gusto, empecé a trabajar en un auto lavado, 00:36 Asimismo empecé a trabajar para apoyarme para comprar lo que yo necesitaba”, deje de estudiar”, dijo
El regidor de Participación Ciudadana y Derechos Humanos, Manuel Antonio Ramírez Pacheco, dijo que todavía se le debe mucho a la niñez, sobre todo en el estado de Oaxaca. Admite que los derechos de que deben gozar los niños no son debidamente ejercidos.
“Aseguró en este tema que el gobierno en sus tres niveles hace lo humana, técnica y presupuestalmente posible para llevar a cabo estos derechos, dijo que no se pueden cerrar los ojos ante algo que se ve caminando todos los días por la calle con la carita sucia y vestida de harapos”, dijo
Manifestó que a nivel federal se ha avanzado muy poco, aunque existan instancias que se encarguen de velar por los derechos de los niños, pues no se ha llevado a cabo una aplicación práctica. A nivel estatal existe la Ley de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes que contempla la creación de un comité o comisión de los niños que va a tutelar estas cuestiones, pero la realidad es que en la capital del estado los menores se encuentran en cada crucero.
Refirió que en el caso del gobierno municipal aseguró falta mucho por hacer, a pesar de que existe una instancia como la Subprocuraduría para la Defensa del Mujer el Menor y la Familia, pero usualmente no se trabaja de oficio.
“Recuerdo el crucero donde se encuentra el Seguro Social, es común ver a tres niños vendiendo chicles y nos preguntamos que hacemos, pero voltea uno y esta la mamá y tampoco podemos llegar como estado o municipio e institución a sustraer a esos niños del cuidado materno cuando está allí autorizada para ejercer la patria potestad no la da”, dijo.
Dijo que por parte del gobierno es importante crear infraestructura, fuentes de empleo, albergues dignos pero sobre todo concientizar a las personas y padres de familia sobre el problema.
“Esto se va a escuchar muy frio pero no lo digo yo, lo dicen diversos estudios que usualmente las personas con escasos recursos invierten en tener mucho hijos porque al invertir en ello saben que van a encontrar, discúlpenme, un modo de vivir…es decir para ponerlos a trabajar”, dijo
Mencionó que en caso de la situación de los niños en condición de calle usualmente son aquellos que se desplazan de sus comunidades a las ciudades para tratar de encontrar un modo de vivir.
Pero ¿cómo evitar esto, si la Mixteca es una región donde se concentra los mayores índices de pobreza, generando con ello que los padres emigren a otras ciudades, estados o países? Los niños son los más vulnerables, pues tienen que ayudar a la economía familiar, enfrentando maltratos, abusos de todo tipo y en casos extremos hasta incursionar en el mundo de las drogas.
Ramírez Pacheco, advirtió que el problema de los niños en condición de calle podría incrementarse por el incesante desplazamiento hacia la ciudad, y la falta de fuentes de empleo.
“Qué podemos ver, un crecimiento de este fenómeno si, sobre todo cuando las familias llegan a Huajuapan y no encuentran trabajo o acomodo para sus niños, en las escuelas porque la infraestructura es insuficiente y el único modo es salir a trabajar toda la familia en las calles, que es el único modo hasta ahorita para satisfacer mínimamente su supervivencia”, dijo.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) instituyó el 12 de junio como el Día Mundial contra el Trabajo Infantil para hacer un llamado a los países a participar en la eliminación progresiva de esta problemática.
Según el Inegi, uno de los principales motivos por los que los niños comienzan a trabajar es la situación económica de su hogar. El 30% de los niños encuestados por el Inegi declaró que trabaja porque su hogar necesita de sus ingresos,; el 25% para hacerse cargo de sus estudios y el 13% buscan contribuir con la economía familiar.
No existen estadísticas para cuantificar el fenómeno de los niños en condición de calle en Huajuapan, debido a un vacío de las áreas involucradas en el tema. Pero la realidad es que por la noche se ve a menores de edad deambular en los parques, en las calles e incluso en los bares, vendiendo chicles, dulces, paletas de manzana con chamoy e incluso cigarros, para completar la cuota que tienen que llevar a su casa, pues de lo contrario, tienen que enfrentar maltratos y castigos.
Para estos niños el contenido de la Convención sobre los Derechos de los Niños es sólo letra muerta, pues estar muy lejos de ejercer el derecho a la igualdad, a la alimentación, vivienda y atención médica adecuadas, a la educación y a la recreación, a la igualdad y a la protección contra cualquier forma de abandono, crueldad y explotación, por mencionar sólo algunos.
Por todo esto, para un importante sector de la población infantil, este 30 de abril, Día del Niño, fue una fecha como cualquier otra, pues no tienen nada, pero nada que festejar.