06 de noviembre. La fe y la devoción a la Virgen de Guadalupe, une cada principio de diciembre a miles de fieles en la parroquia ubicada en el barrio de Guadalupe, donde a partir del 01 hasta el día 12 de diciembre, a las 5:00 de la mañana le cantan las mañanitas.
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Durante los festejos a la Virgen de Guadalupe, también conocida como “La Morenita del Tepeyac”, “Patrona de las Américas” y la “Reina de México”, se llevan a cabo peregrinaciones, eucaristías, eventos culturales y convivencias populares, en un barrio que se llena de alegría, lo cual lo convierte en una de las principales fiestas del municipio de Huajuapan después de la del Señor de los Corazones.
El día principal es el 12 de diciembre, cuando a partir de la celebración eucarística celebrada a las cinco de la mañana se dan cita miles de personas, número que incrementa en la eucaristía de las 12:00 del día, la cual se realiza posterior a la peregrinación donde participan familias enteras que para este día visten a sus niños y niñas con atuendos de inditos, como muestra de su amor a la “Morenita del Tepeyac”.
De acuerdo con las creencias de los católicos, la fe a la “Virgen de Guadalupe”, creció cuando se le apareció en cuatro ocasiones a Juan Diego en el cerro del Tepeyac, la última ocasión fue un 12 de diciembre de 1531, cuando le pidió que se presentara ante el primer obispo de México, Juan de Zumárraga y pidiera que le construyera una casa en dicho cerro.
Juan Diego, cumplió las ordenes de la Virgen, aunque el obispo nunca creyó en su palabra y le pedía una señal, fue cuando María le pidió que subiera a la cumbre del cerro y cortara unas flores y se las llevara al señor Obispo y que esa sería la señal.
Cuando Juan Diego llegó al palacio del Obispo, le contó todo lo sucedido y al sacar las flores que le mandaba se empezó a ver la imagen de la Virgen en el manto, misma que hoy es venerada por todo México.
Sixto Velasco Henríquez, integrante del comité guadalupano, quien en compañía de su esposa Martha Velásquez Henríquez, lleva más de 30 años colaborando en la parroquia de Guadalupe, dijo que es por su devoción y fe a la Virgen Morena, al agregar que como personas también deben de aportar en los trabajos de la Iglesia.
“Antes era más bonito, participaban más gremios y había más ambiente, consideramos que es por la situación económica, pero todo se va realizando a base de esfuerzos..6:13 la virgen nos da todo y nuestra fe es lo más grande”, dijo.
Porfirio Franco Ortiz Osorio, párroco del Sagrario Diocesano, señaló que los festejos a la virgen son uno de los más grandes de la Iglesia católica ya que une a todos los mexicanos.
“Esperamos que la Virgen María nos ayude a salir del ambiente de inseguridad, corrupción e inmoralidad y que cada día vivamos unidos, olvidemos los rencores, divisiones y empecemos una vida de hermanos, es importante que la imagen de la Virgen María nos lleve a los valores transcendentes y no pongamos nuestra confianza en los bienes materiales”, expresó.
Exhortó a los fieles para que pidan a la Virgen María, al mencionar que es importante revivir la fe y acercarse a Dios por medio de la oración.
Ortiz Osorio, refirió que la Virgen llegó para ser el consuelo de los mexicanos, hechos por lo que estos días hay emociones encontradas, entre alegría y tristeza por aquellos que no tienen cerca a sus familiares.