Gerardo Cruz
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10 de mayo. Una madre es capaz de entregar todo sin recibir nada a cambio, de querer con todo su corazón sin esperar se regrese este sentimiento a quienes lo ha brindado sin ninguna condición, una madre nunca pierde la confianza en sus hijos cuando todos los demás lo han hecho.
Sin duda el 10 de mayo es muy especial para la gran mayoría de madres, quienes se sienten consentidas por sus hijos e hijas principalmente, sin embargo, la otra cara de la moneda son las madres que son víctimas de violencia, discriminación y que luchan contra corriente por cometer un error que les ha marcado su vida.
Tal es el caso de Rita Pérez, quien se encuentra recluida en el penal regional de Huajuapan de León desde el pasado 11 de julio de 2007, tras cometer un homicidio, que ha marcado su vida antes y después; este 2012 festeja por quinto año consecutivo esta fecha tras las rejas, sin el apoyo de sus hermanos, con el olvido de su padre, pero con el respaldo de sus cuatro hijos quienes le dan fuerzas para enfrentar su realidad.
Con la mirada triste, pero consciente de su realidad dijo que su error lo está pagando con una condena de 12 años en prisión, tras las rejas y encerrada en cuatro paredes, teniendo una ventana que se encuentra a tres metros del piso, sin saber lo que ocurre afuera.
“Siento mucha tristeza de estar encerrada, aún más porque no estoy cerca de mis hijos, ya que no puedo compartir con ellos mucho tiempo, estoy por homicidio, esto se debió a que una ex pareja me involucró en este problema y que ahora estoy purgando mi condena”, explicó.
Lamentó que la sociedad huajuapeña y el país, tiene un concepto marcado respecto a los presos, quienes los catalogan como criminales y lo peor de la sociedad, aunque no conozcan su realidad y los motivos que orillaron a cometer un delito; pero lo lamentable de este hecho dijo es que el error, alcance a sus hijos aunque sean los menos culpables de sus actos.
Desde su llegada al reclusorio no ha dejado de apoyar a sus cuatro hijos de quien se siente orgullosa, sentimiento que expresó es mutuo por parte de sus hijos, a pesar de los señalamientos de la sociedad.
Rita Pérez, dijo que sus ingresos económicos se generan por los cursos otorgados por el gobierno municipal y estatal a través de cursos de manualidades, para posteriormente elaborar y vender sus productos.
En fechas tan especiales como el 10 de mayo y el resto de días importantes para los mexicanos, la soledad impera al interior de este penal, señala Rita Pérez, siendo un consuelo de esta soledad el apoyo mutuo entre los reos, quienes se han convertido en una gran familia a falta del apoyo de los suyos, y de sus amigos que dijeron serlo y que en los momentos difíciles se han olvidado de esta amistad, pero ante esto saben que su estancia es temporal y confían en algún día recuperar su libertad después de pagar su condena por los actos cometidos.
“Antes no valoraba mi vida y la de mis hijos, pero a partir de mi reclusión todo ha cambiado, ahora valoro la libertad y el amor a mis hijos, pero hasta que pise una cárcel, que me está haciendo fuerte”, dijo.
Por otra parte el sufrimiento de una madre por sacar a sus hijos adelante es grande, muestra de ello es el rostro de las mujeres migrantes quienes laboran o han laborado en campos agrícolas, realizando el aseo en casas y edificios de las grandes ciudades del país y de la unión americana quienes son objeto de discriminación, explotación sexual y laboral.
Marisol Ramírez, madre migrante quien tuvo a su hijo en la unión americana, residiendo por cinco años en el país vecino y que actualmente regresó a Huajuapan de León, señaló que la vida de una madre migrante es difícil, complicándose aún más cuando son mamá solteras.
Expresó que la pobreza y las ganas de superación han ocasionado la migración de hombres y mujeres, pero esto ha dejado como resultado un gran número de madres solteras; dijo que en su caso se divorció a causa de maltratos por parte de su esposo, quien la golpeaba y utilizaba para satisfacer sus necesidades sexuales.
Manifestó que ser padre y madre es complicado, pero esto deja en claro a la sociedad la importancia de la mujer, al ser el pilar de muchos hogares, a pesar de las adversidades con las que cuentan, como lo es la falta de oportunidades laborales.
“Desafortunadamente regresar de los Estados Unidos, es algo bonito y feo a la vez, porque mi hijo se venía desenvolviendo en una ciudad donde tenía todas las comodidades y al llegar a la Mixteca, la realidad es otra, empezando por la falta de trabajo”, dijo.
Para Hita Ortiz Silva, madre, mujer indígena y diputada local por el distrito XIII con cabecera en Tlaxiaco, señaló que la discriminación está latente con el rechazo de la sociedad a las mujeres indígenas, marginadas y discriminadas por los gobiernos y la propia sociedad.
Dijo que es lamentable que el festejo del 10 de mayo solo sea en los municipios más importantes de la Mixteca y el estado, ya que la realidad de las madres indígenas originarias de las comunidades rurales están en el olvido del gobierno, ante la falta de oportunidades laborales, que ha dado como resultado el estancamiento de sus comunidades originando más pobreza y soledad.
Mencionó que a esto se suma la explotación laboral, el acoso sexual por parte de los patrones, quienes solo ven a las mujeres como objeto y no como un ser humano, con sus cualidades y virtudes, por la falta de valores que sean perdido en la sociedad.
“El mensaje a las madres mixtecas es de seguir luchando por nuestros derechos, y también seguir forjando a nuestros hijos e hijas de manera responsable para tener una mejor sociedad sin distinguir si son indígenas o no”, enfatizó.
La madre sin duda es el pilar de los hogares, donde hace falta reconocer su trabajo, dedicación y su aportación tan importante para la sociedad, donde es importante que gobiernos y sociedad se comprometan a dotar de mayores beneficios a las mujeres y no solo recordarlas cada 10 de mayo.