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Dato curioso: Los orígenes de 3 conocidas supersticiones.

Bad_Day_by_elultimodeseo

Si eres una persona muy supersticiosa, o conoces a alguien que lo es, quizá te preguntes porque algo es de “mala suerte”. Por ejemplo ¿por qué temerle al número 13? o ¿por qué no se debe derramar la sal?. Aquí les dejamos los orígenes de algunas supersticiones bastante conocidas y populares.

* No pases bajo una escalera: Esta superstición tiene sus raíces en la religión. Algunos cristianos creen que cualquier objeto con tres puntos (como una escalera apoyada en una pared) representa a la santísima trinidad (padre, hijo y espíritu santo). Los primeros cristianos creían que destruir o trastornar un “objeto” de tres puntos (como caminando a través de el) era una muestra de incredulidad hacia la santísima trinidad, y por lo tanto probablemente irías al infierno.

A medida que la promesa de condena infernal se fue suavizando, se redujo la condena a simple mala suerte. Probablemente de todas formas con superstición o no, sea más apropiado evitar pasar bajo una escalera, no sea que te caiga un martillo o alguna herramienta en la cabeza.

* No derrames la sal: La sal es uno de los condimentos más antiguos y versátiles. Durante la mayoría de la historia, era increíblemente valiosa, e incluso algunas veces era usada como dinero. Derramar un bien tan precioso era casi igual que tirar un whisky escocés de lo más costosos por la tubería.

Si cualquier persona era lo suficientemente descuidado como para desperdiciar la sal, se decía que tirar una pizca de ésta sobre su hombro izquierdo era una buena forma de mantener al diablo alejado, ya que de seguro lo iba a seguir después de una ofensa tan grave.

* Bendecir luego de un estornudo: En todas las culturas se ofrece algún tipo de bendición o “buen deseo” luego de que una persona estornuda. Mientras que el origen de estas bendiciones no se conoce del todo, es una certeza que las culturas primitivas sostenían que el alma de una persona podía abandonar su cuerpo a través de la nariz, y pedir la protección de Dios era una forma de evitar su escape.

Los romanos sin embargo, creían que al estornudar se expulsaban los demonios y los que eran testigos de semejante acto, ofrecían sus felicitaciones y apoyo.

Sin embargo, su origen real viene del siglo 16, cuando una plaga atacaba a la gran mayoría de la población y se pensaba que estornudar era un síntoma de una inevitable muerte, por lo que el Papa Gregorio, declaró que la respuesta oficial a un estornudo sería “Dios te bendiga”, lo cual invocaría la protección divina sobre el que estornuda y al que le estornudaron encima. Al pasar de los tiempos la respuesta ha sido simplificada por un simple “salud”, en deseo de que el estornudo no sea señal de algo grave.

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